El precio de la vivienda en España se ha situado en los 1.406 euros por metro cuadrado en el último trimestre del año, lo que supone un incremento del 5,1% en comparación con el mismo trimestre del año anterior, según se desprende del informe de vivienda de Gesvalt, que sitúa Baleares como la Comunidad con el precio más elevado.
En el último trimestre del año, todas las comunidades autónomas, a excepción de Extremadura (-0,6%) y la Comunidad Valenciana (-0,5%), presentan un crecimiento sostenido. Los mayores incrementos se han dado en Aragón (+7,9%), Castilla y León (+6,7%) y Asturias (+6,1%).
Al igual que en trimestres anteriores, Baleares, con un precio medio por metro cuadrado de 2.368 euros, sigue siendo la Comunidad con los precios más elevados. Por detrás, le siguen Madrid (2.244 euros por metro cuadrado) y País Vasco (2.163 euros).
Gesvalt ha señalado que en Madrid se ha vuelto a manifestar un incremento de precios en barrios periféricos, "motivados por el desplazamiento de la demanda a causa de la escasez de stock a precios razonables en ubicaciones más céntricas".
En el lado contrario de la tabla, con los precios más bajos se encuentran Extremadura (849 euros por metro cuadrado), Castilla-La Mancha (858 euros) y Murcia (997 euros).
Respecto al alquiler, Gesvalt ha señalado que las cifras apenas han registrado cambios notables con respecto a trimestres anteriores. Barcelona, con un precio medio de 16,72 euros por metro cuadrado, se ha situado a la cabeza de la lista con los alquileres más caros. Le siguen Madrid (15,86 euros), Guipúzcoa (15,31 euros) y Baleares (13,64 euros).
Por otro lado, el informe de la consultora apunta que, hasta septiembre, se ha producido un incremento interanual del 11,7% en certificaciones de obra y de un 8,8% en visados de dirección de obra.
Respecto a la situación de la economía, Gesvalt espera que España cierre el año con un crecimiento próximo al 2%, por lo que cree que la economía española seguirá posicionándose como una de las economías que más crecen dentro de la eurozona, que tiene una previsión de cierre ocho décimas inferior a la española (1,2%).