El Govern de Marga Prohens busca apoyo en la oposición tras la ruptura con Vox para aprobar unas nuevas cuentas autonómicas. Por el momento y con el inicio del año, Baleares tendrá que adecuarse a los presupuestos de 2024.
Los Presupuestos autonómicos de Baleares para 2024 han sido prorrogados automáticamente este 1 de enero, marcando el inicio de un año clave para las finanzas de la comunidad. Este escenario se produce tras la retirada de las cuentas para 2025, anunciada por la presidenta del Govern, Marga Prohens, el pasado diciembre, debido a la ruptura definitiva entre el PP y Vox, antiguos socios de investidura.
Se trata de la segunda vez en la historia reciente de Baleares que los presupuestos se prorrogan. La primera ocurrió en 2010, cuando los socialistas, liderados por Francesc Antich, no lograron presentar unas nuevas cuentas. A pesar de la incertidumbre política, Prohens ha enviado un mensaje de tranquilidad, asegurando que "no habrá efectos perceptibles para la ciudadanía" y confiando en que la prórroga será breve.
El Govern trabaja en una nueva propuesta presupuestaria que espera presentar en los primeros meses de 2025. Para ello, deberá buscar apoyo en la oposición, un reto político significativo después de la ruptura con Vox. Según Prohens, cualquier negociación estará guiada por los "principios y líneas rojas" del programa del Partido Popular, dejando claro que las bases de Vox no estarán presentes en el debate.
Desde MÉS per Mallorca, su portavoz Lluís Apesteguia ha insistido en que cualquier negociación debe eliminar "cualquier rastro de Vox" para abrir el diálogo. Por su parte, el PSIB, a través de Iago Negueruela, ha exigido "trabajo serio", criticando que el Govern emplace el diálogo a febrero, lo que consideran una pérdida de tiempo para una comunidad que necesita estabilidad presupuestaria.
La retirada de las cuentas de 2025 fue el punto culminante de la fractura entre el PP y Vox, que comenzó en julio con el fin de los acuerdos de investidura por orden de Santiago Abascal. Disputas en temas clave como la lengua y la inmigración dinamitaron cualquier posibilidad de reconciliación entre ambos partidos.
Mientras la Conselleria de Economía, Hacienda e Innovación prepara una orden con efectos retroactivos al 1 de enero para implementar la prórroga presupuestaria, el Govern afronta un panorama complejo. La necesidad de alcanzar una mayoría parlamentaria para aprobar unas nuevas cuentas pone a prueba la capacidad del Ejecutivo de tender puentes con la oposición, en un contexto de crecientes tensiones políticas.