Según ha explicado la Conselleria de Medi Ambient i Territori, desde el primer momento en que se detectó la avería, a media mañana de este jueves, tres camiones, al que más tarde se unió un cuarto, han estado trabajando para evitar que el agua residual llegue a la playa, la cual, pese a ello, ha sido cerrada por precaución.
La Agencia Balear del Agua (Abaqua) ha informado a la Guardia Civil y al Ayuntamiento de Pollença que está prestando colaboración a la brigada municipal con este mismo objetivo.
Los técnicos han destacado la gravedad de la avería. Las primeras indagaciones apuntan a que podría deberse a la formación de un orificio en el colector. Sin embargo, para acceder a la zona dañada, los operarios deben, en primer lugar, picar la estructura del hormigón. Por este motivo, las obras de reparación se prolongarán por un espacio de tiempo que no ha podido ser determinado.
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