Baleares ha comenzado a dar pasos para que todos los centros educativos públicos y concertados tengan prohibido a sus alumnos el uso de móviles en las aulas. La Mesa del Alumnado ha dado luz verde a la iniciativa planteada por la Conselleria que dirige Antoni Vera y que se aplicaría de forma generalizada a todos los alumnos de primaria y con excepciones en ESO y el bachillerato para la realización de trabajos de clase o por circunstancias médicas, por ejemplo. La medida se extendería a las clases, a los recreos y a las actividades extraescolares.
El borrador cuenta con el apoyo de los representantes de los alumnos en el citado organismo, con lo que todo juega a favor para que una medida que ya se está aplicando en algunos colegios de forma puntual se extienda a todos los centros educativos de las Islas.
Esta iniciativa permitirá abordar la preocupante falta de control sobre el uso de estos dispositivos entre los más jóvenes, una situación que no sólo afecta al orden y seguimiento de las enseñanzas en las aulas, sino a la propia capacidad de los estudiantes a la hora de socializar de una forma sana. La mayoría de los adolescentes pasan demasiado tiempo en sus smartphones y no siempre su uso es el más adecuado.
Por otro lado, la propuesta puede convertirse en una herramienta eficaz para racionalizar la utilización de la inteligencia artificial y, muy especialmente, para combatir el ciberacoso. Y es que esta limitación del uso de móviles puede disminuir los casos de ciberbullying, un problema significativo que también afecta a los menores en los entornos educativos.
La propuesta iniciará ahora un camino para añadir aportaciones desde los diferentes colectivos, con la intención de que esta nueva instrucción pueda empezar a aplicarse ya el próximo mes de febrero con el mayor consenso y respetando la autonomía de los centros; una iniciativa loable que busca proteger a los más jóvenes.
