Atajos al alma para remediar la ombligopatia

Una consumopatia psicosocial posmoderna ha emergido sin freno. Se llama la ombligopatia narcisista. No es difícil de reconocerla pero no es aceptada por el que la padece que la niega una y otra vez. El entorno sufre y es martirizado por el ombligopata . Su obsesión es la verticalidad, no soporta la horizontalidad del respeto. La ombligopatia nunca se sacia .Su trauma y eslabón perdido es el cordón, más bien la manguera umbilical, que nunca pudo suministrar y nutrir su voracidad sin límites. Pobre y mala madre que nunca le dio suficiente teta ni en el útero ni después.

El mamoneo no lo han superado. La tribu ombligopata nunca está satisfecha.Comen la comida de su plato y les quitan las cucharas a los demás para que no puedan comerse la suya. Les jode que los demás se alimenten, que coman razonablemente y que además les aproveche. Sienten ambivalencia ante su ombligo, al cual miran una y otra vez. Es el más hermoso de todos, es el más omnipotente y mágico. Solo que es limitado y no sirve para fornicar ni para cagar. La conducta del ombligopata siempre es aparente solo le importa que sus gestos y acciones se sepan y se proyecten mediáticamente.

Necesitan ser admirados una y otra vez. Su búsqueda de reconocimiento refleja su indigencia interna y su insoportable levedad yoica. Son temibles en contextos de poder. Precisan que los que lo rodean inflacionen su rol .No aceptan que son humanos y que no tienen control ni sobre su principio ni sobre su fin. Absolutizan el intermedio creyéndolo eterno. Compadézcalos pero manténgalos lejos de usted, son muy tóxicos. De una sociedad harta de ombligopatia salen algunos de nuestros confundidos y carenciados seudolideres políticos posmodernos.

Ah además no se curan ni con prozac. Por cierto todos tenemos ombligo y todos pasamos por etapas de ombligopatia subida (yo, mí, me conmigo) que nos atrapa en una espiral de pocoyoismo autista hasta que tenemos que consumir la dura realidad, que suele ponernos en nuestro sitio y que nos confronta con nuestra soledad, dependencia, indefensión y vulnerabilidad. Todo lo que tenemos y somos se lo debemos a los demás. No somos nadie sin los demás. A veces precisamos un retiro de nosotros mismos y ser conscientes de cómo están las relaciones que tenemos con los demás y de la calidad de nuestros vínculos.

Que necesario es pasar una vez al año por la ITV emocional y de tácticas vitales por ese magnífico taller de mi amigo el psicoterapeuta Carlos Panades, de Atajos al Alma La expresión “Atajos al Alma” describe el proceso y el camino que permite calmar nuestra mente reactiva, repetitiva y automática (recordemos que los budistas se refieren a la mente, de manera muy gráfica y acertada, como el “mono loco pinchado por un escorpión”).

Describe, también el proceso y el camino que permite ir soltando nuestro Ego, esta identidad superficial, este rol, esta máscara o falso self que me pongo o que “vendo” de cara a la galería, este personaje limitado y previsible -ligado a mi pasado, a mi familia, a mi ex, a mis “traumas” - y que nos ha ido “poseyendo” casi sin darnos cuenta, un personaje del que, cada dia más, empezamos a estar hart@s, con la sensación de que nos distancia de nuestro verdadero yo y de nuestros auténticos y profundos intereses y necesidades.

La expresión “Atajos al Alma” describe el proceso y el camino que nos permite activar nuestra neuroplasticidad, que hace referencia, en términos neurocientíficos, a la capacidad que tenemos los seres humanos de ir liberando los antiguos circuitos neuronales (ligados a la mera supervivencia del Ego y al sistema más primario de control del estrés – ataque/huida-) para ir abriendo nuevas conexiones y circuitos neuronales, ligados a la creatividad, la libertad y a una nueva y mejor versión de nosotros mismos.

Como dice Carlos Panades “disfrutaremos de 24 horas del “buen rollo” y de la inmensa riqueza energética y vibracional que nos aporta compartir -en un clima de empatía, aceptación y apoyo grupal- el Aquí y Ahora del contacto con el Alma… sin prisas mentales y sin estar pendientes del trabajo o del whatsap (una nueva pequeña mente acoplada que –al igual que la mente cerebral- nos tiene un poco “poseídos” o “pillados” a todos). Entenderemos y experimentaremos, en primera persona, la liberación que supone tomar consciencia de que “yo no soy mi mente” y de que -como dice lúcidamente Osho- “mi mente es, simplemente, la ausencia de mi presencia”.

¿Dónde se hace el taller? En Sant Honorat, ermita situada en la montaña de Randa, en dirección al Santuario de Cura. ¡Reserva de plazas e Inscripción al Taller. Carles Panadès & Heike Wilson Llámanos o envianos un watsap o un E-mail para confirmar si quedan plazas. Tel. Centre NooS de Psicoteràpia: 971 710 454-670 059 751. 7 y 8 de febrero de 2020. Desde el viernes a las 16,30 al sábado a las 17,30.

Y ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias