La fragilidad sobre la que se sustenta la economía del campo balear se ha puesto de manifiesto estos días con el anuncio del incremento de aranceles por parte de Estados Unidos. El caso demuestra cómo una lejana polémica surgida a raíz de una serie de subvenciones a la industria aeronáutica puede acabar hundiendo la economía de agricultores y ganaderos de Baleares.
Como explicaban diversas fuentes a mallorcadiario.com en la información publicada este lunes, el perjuicio al campo de nuestra comunidad no se produciría tanto por el freno a las exportaciones -que son escasas en conjunto- como por la llegada masiva al mercado balear de stocks invendidos de vinos, quesos o aceites de calidad de otros territorios de país. La imposibilidad de competir ante una eventual caída de precios significaría al campo balear lo que Thomas Cook ha representado para el sector turístico.
Los productos agrícolas baleares han basado su competitividad en una apuesta por la calidad, lo que significa que las estrategias comerciales no pasan tanto por la reducción del precio final. A ello -y frente a las producciones de la Península-, hay que añadir los costes de la insularidad, doble en el caso de las industrias de Menorca. El panorama significa unos ajustados márgenes a la hora de comercializar los productos locales. Por ello, un escenario de caída generalizada de precios producida por la invasión del mercado con productos de calidad de La Rioja, Andalucía, La Mancha... a los que haya que dar salida en mercados locales -y que, por ley de oferta y demanda, resulten más asequibles-, puede ser la puntilla al campo balear.
De confirmarse las previsiones más pesimistas, serán necesarias medidas de promoción y ayuda a los agricultores si se pretende mantener un sector primario propio. Un sector que mantiene puestos de trabajo durante todo el año y que asegura el mantenimiento de una buena parte del paisaje de las Islas. En caso de colapso, no bastarán los beneficios fiscales anunciados con un nuevo Régimen Especial y serán necesarios consensos como el vivido estas semanas en el sector turístico.