Un mínimo de 65 mil plazas para el alquiler turístico. Esta es una de las principales líneas rojas que la asociación Aptur quiere negociar con las instituciones y que se pone sobre la mesa en las diferentes reuniones que se están manteniendo, el pasado lunes con la consellera insular de territorio, Mercedes Garrido, y este viernes con el alcalde de Palma, Antoni Noguera. Las otras condiciones pasan por que se cree una bolsa específica de plazas por el alquiler turístico donde se puedan destinar las plazas que se vayan dando de baja dentro del sector.
Además, Aptur aspira que las administraciones hagan una puesta firme por la sostenibilidad y entre las líneas de negociación incluye la propuesta de posibilitar la salida al mercado de viviendas infrautilizadas o que deban rehabilitar o una política de turismo sostenible.
Por último la asociación pide a las instituciones que sean más realistas con una actividad económica que democratiza los beneficios del turismo y que ya hace muchos años que se practica en las islas. Aptur recuerda que se necesitaba una regulación de la actividad, no una prohibición encubierta que será el resultado de aplicar la reforma de la Ley de Turismo.