Luis Pablo Casals (1963) es presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME) desde el pasado mes de julio. De familia menorquina ligada al sector desde hace años, fue consejero delegado de Protumesa y Surmesa y, posteriormente, director general de Promotora Turística de Menorca, gestora del Grupo Galdana, que cuenta con alojamientos como Hotel Cala Galdana, Villas d’Aljandar, Hotel Sur Menorca y Apartamentos Sur Menorca.
¿Como se produce la llegada de Luis Casals a ASHOME?
Si me dicen hace un año que hoy sería presidente de ASHOME no me lo hubiera creído. El antiguo presidente vino a verme y dije que no. Bueno, en realidad, no dije directamente que no, pero puse un montón de condiciones...
¿Cuáles?
La primera poder convertir ASHOME en una entidad institucionalista, con una junta de gobierno como fuente de opinión y decisión. Segundo, quería montar yo mi propia junta, sin compromisos. La tercera era poder llevar una gestión empresarial de la entidad. Además quería poder poner un gabinete de prensa y que entrase toda la rama de la hostelería, con los agroturismos y las viviendas vacacionales, porque creo que es necesario que se legalicen... A parte de eso también he de decir que me encontré con el apoyo familiar y de otros hoteleros y eso me convenció para poder dar el paso.
A punto de acabar la temporada, ¿qué valoración hace de ella?
Buena, la valoración que hacemos es buena. Se confirma que han sido unos bueno datos pero la temporada sigue siendo corta, hay que buscar maneras para conseguir alargarla.
¿Cómo podemos hacerlo?
Hay que saber vender. Menorca debe tener un mayor producto y hay que potenciarlo entre todos, nosotros queremos pero a veces no nos dejan. La cuestión de sol y playa está totalmente desfasada, ahora la gente busca una opción de diversión, una oferta lúdico-deportiva, y esto es lo que hay que potenciar. Hay que buscar productos que sean relevantes. La Mola, El fort Marlborough, Líthica, son cosas que deberían potenciarse más entre los visitantes senior europeos, por ejemplo. Hay que potenciar la marca Menorca, diferenciándola de las otras islas.
¿La promoción debería ser compartida con el sector privado?
Debería ser algo consensuado. La administración debería tener en cuenta también nuestras ideas. Si sólo no quedamos con la idea política, cada cuatro años cambiamos la estrategia, y eso no nos beneficia. Falta un proyecto común y no este “efecto péndulo.” Menorca necesita una estrategia turística a largo plazo. Entiendo que no hay que ceder toda la promoción al sector privado, pero si hubiera un consenso y una política de promoción proyectada a largo plazo, seguro que empezaríamos a ver los resultados en 4 o 5 años...
Parece que el traspaso de la promoción turística podría llegar en 2017, ¿será más fácil el diálogo con el Consell?
Si el Consell no nos consulta o si nuestra opinión no cuenta para ellos, el traspaso de las competencias de promoción no servirá para nada.
¿Seguimos sin saber qué modelo turístico queremos?
Los menorquines debemos entender que somos diferentes que Mallorca y Eivissa. La globalización ha acabado con casi todos los sectores productivos de la isla, el turismo representa en 80% de nuestra economía y es lo que nos ha dado el estado del bienestar. El turismo en Menorca bien llevado, con un crecimiento de sostenibilidad es el futuro de la isla, pero deben preguntarnos también a nosotros, que somos el sector productivo y conocemos lo que la gente demanda ahora.
¿Hay trabas para el desarrollo turístico?
Los hoteleros debemos poder desarrollar nuestro producto para que no quede anticuado. Para vender calidad debemos tener buenas infraestructuras, una planta hotelera nueva y moderna. Tenemos hoteles que son de finales de los 60 o de principios de los 70, ahora se buscan hoteles más minimalistas... pero si presentas un proyecto de remodelación te piden entre 2 y 3 años entre licencias y permisos y eso frena la inversión que viene de fuera de la isla... Las tres o cuatro familias hoteleras menorquinas lo aguantan, pero los grupos inversores de fuera no tienen tanta paciencia, porque el en tiempo que tardan en conseguir una licencia, pierden tres o cuatro millones de euros.
¿Hay inseguridad entre el sector hotelero?
Ahora hay inseguridad jurídica con los anuncios que llegan del nuevo gobierno en lo referente a moratorias, suspensiones, regulaciones, cambio de modelo turístico… La sensación que hay es que no se ha hecho un estudio de lo que se necesita o se requiere, si no que las cosas se hacen porque estaban en el programa electoral.
¿Supongo que me está hablando de la ecotasa?
Sí, por supuesto. Con la ecotasa hay dos problemas: uno de fondo y otro de formas. Hay una promesa electoral, después un pacto de varios partidos y, finalmente, la imposición de la ecotasa. ¿Pero el Govern sabe cómo va a influir en el turismo? La ecotasa se impone sin consultar, sin contar con nosotros, y eso no ha caído bien dentro del sector. Nosotros somos los primeros que reconocemos que tenemos un déficil de ámbito fiscal, y estamos aquí para ayudar al Govern a exigir al Estado una mejor financiación. Somos un sector lo bastante importante para poder hacer una buena presión en Madrid, de hecho nos hemos ofrecido al Govern para conseguir una mayor financiación, pero parece que nos tienen en cuenta. Si nos hubieran dicho, "vamos todos juntos a pedir una mayor financiación", y pasado un año no se ha conseguido, hubiéramos estado todos de acuerdo en aplicarla.
¿Cree que si hoteleros y Govern fueran conjuntamente a Madrid el resultado sería mejor?
Mire, en Canarias se ha hecho diferente, se han presentado todos juntos con un buen proyecto de necesidades bajo he brazo y han conseguido una financiación extra de 160 millones de euros… Y ahora aquí se quiere recaudar 50 millones de euros con la ecotasa.
Entonces, ¿no es una medida efectiva?
Con la ecotasa se penaliza al ciudadano y al hotelero. La tasa turística se aplica en otras ciudades, como Barcelona o Amsterdam, pero ésos no son mercados competitivos para Menorca. Aquí el 85% de turismo llega a través de touroperadores, con los que ya se han cerrado los convenios. En el precio van incluidos toda clase de impuestos y tasas. Si como mínimo se hubiera esperado a 2017, para no tener que aplicarse sobre los contratos ya firmados... pero ni eso.
¿Quiere decir que ustedes perderán dinero con la ecotasa?
Para empezar no tendríamos que ser nosotros quien haga de recaudadores del Govern. ¿Por qué no se cobra directamente en puertos y aeropuertos en vez de en el alojamiento? Un hotelero que tiene vendidas 200.000 pernoctaciones con un touroperador, con una ecotasa de 2 euros la noche, pierde 400,000 euros de su cuenta de explotación, porque el touroperador no pondrá ese dinero, y el turista ya ha contratado sus vacaciones con todos los impuestos incluidos. Eso sin duda va a repercutir en el número de empleos que podemos crear.
¿Tan grande será el impacto en el sector?
Bastante mayor de lo que la gente piensa. Hay que tener en cuenta que muchos Rent a Car, restaurantes y comercios viven de los turistas que nosotros traemos con nuestras inversiones. Tenga en cuenta que un hotel de 300 plazas tiene unos 180 trabajadores ¡somos una fuente de ingresos para el Estado! Además, para abrir el hotel cada año necesitamos una inversión mínima de dos o tres millones de euros. El esfuerzo lo hacemos constantemente... la ecotasa es la gota que colma el vaso.
¿Este nuevo impuesto va afectar más negativamente a Menorca que a las otras islas?
Por supuesto, aquí el mercado de los touroperadores supone el 85 o el 90% del volumen total... En Mallorca sólo es del 60%.
¿Y no se podría cambiar aquí esa tendencia?
Mientras no tengamos el volumen de vuelos de líneas regulares que tienen Mallorca o Eivissa, y su oferta, es imposible. Piense que los touroperadores vienen con sus propios aviones...
¿Y si el dinero recaudado se reinvirtiera directamente en Menorca?
Ahí la cosa quizá cambiaría un poco... Aquí hemos cumplido con la conservación del territorio, sólo está edificado un 6% de la superficie, ya se nos ha penalizado en este aspecto. Lo incomprensible es que tengamos que financiar los errores cometidos en Mallorca y Eivissa.