Año nuevo, vida vieja
miércoles 28 de diciembre de 2016, 19:34h
Puede que Maheta Molango tenga razón y eso de que habría que ver a qué futbolistas les apetece fichar por el Mallorca en sus actuales circunstancias económicas y deportivas, se plasma en ejemplos puntuales como el de Borja Valle, con un pie en el Elche, o Chuli, del Almería, cada vez más cerca del Valladolid o el Zaragoza. Nos agobia la sensación de que ni siquiera Víctor Casadesús está muy por la labor de terminar el campeonato en su casa. Ha habido que recurrir a un “recedido”, primero del Deportivo al Girona y ahora de éste al Mallorca, Saúl García, sexto jugador de banda de los catalanes quienes, una vez fichado Maffeo, le han abierto la puerta a petición propia y sin la menor pega por parte de su entrenador. Es lo que hay.
Hablando de entrenadores, Olaizola, inexperto en estas lides, ha regresado de sus vacaciones con el pie izquierdo al efectuar a los compañeros de IB3 unas declaraciones muy diferentes a las de uno de sus capitanes, Yuste. Si entre el vestuario y las oficinas el “Vasco” se pone de parte de los dirigentes, nadie dará la cara por él cuando llegue el momento que, por cierto, es ahora. De puertas para adentro, el fútbol ha cambiado mucho. La autoridad no se impone con los galones que uno haya podido merecer o le hayan regalado, sino que hay que ganársela como los buenos árbitros, aunque haya pocos, sin necesidad de utilizar muchas tarjetas. Y él, que ha trabajado a las órdenes de Héctor Cúper, Luis Aragonés o Gregorio Manzano, debería saberlo y practicarlo.
A día de hoy las amenazas del consejero delegado, impropias y fuera de tiempo y forma, han quedado convertidas en agua de borrajas y no hay nada peor que prometer y no cumplir o levantar la mano y no dar. Pero claro, ya nadie se cree sus discursos ni sus advertencias y sólo algún tonto sus filtraciones.