H. Leymann es el autor que más se ha dedicado al estudio e investigación del mobbing (1996). “Los conflictos son inevitables, pero aquí nos estamos refiriendo a un tipo de situación comunicativa que amenaza con infligir al individuo graves perjuicios psíquicos y físicos”. El mobbing es un proceso de destrucción en el que una persona o grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema de forma sistemática, durante más de 6 meses sobre otra persona en el lugar de trabajo.
Al asalto de la vida pública: la inestabilidad y la alta competitividad, el “todo vale” y la ausencia de valores, caracterizan a muchos empleos en nuestros días. El acoso y derribo. Tiene muchas variantes: cosificacion, hacerle el vacío , no hablarle, hacerlo invisible, retirarle el saludo, lanzar rumores calumniosos, depellejamiento por tierra, mar y aire, etc. Ya saben eso de “calumnia que algo queda”. El objetivo “aniquilar” a quien se considere un competidor peligroso ¿y qué mejor manera que minar la autoestima de la víctima para que se anule ella misma? Actualmente afecta a un millón y medio de trabajadores en nuestro país.
La OIT ha alertado sobre el aumento de violencia en el ámbito laboral. El término fue acuñado Konrad Lorenz para designar la hostigación de varios animales pequeños gregarios contra un animal solitario mayor, con el fin de alejarlo. En el ámbito humano es una estrategia premeditada de maltrato psicológico, con el objetivo de derrumbar emocionalmente a la víctima y lograr que abandone la empresa o se someta a los agresores.
Se ejecuta de forma sistemática y sostenida en el tiempo por uno o más acosadores. El asedio es sutil, evita la agresión manifiesta, se ejerce de forma lenta y taimada. Utiliza los métodos más corrosivos que posee el ser humano: la humillación, la descalificación del trabajo realizado, la asignación de tareas inalcanzables o ínfimas, la burla sobre la vida personal o las convicciones propias y la exclusión grupal. Los ataques se suelen producir en privado .Los acosados van desarrollando un alto sentimiento de vergüenza y culpabilidad.
Desgraciadamente existe una complicidad grupal: los testigos son mudos, nadie ha visto ni sabe nada. La técnica del acoso es muy similar a la empleada en la caza o la lidia taurina: el objetivo es la caída moral y laboral del agredido.
El mobbing es una reacción ante el miedo. Los depredadores suelen arremeter porqué ven amenazado su precario poder. El acoso laboral genera una dinámica grupal que una vez activada se mantiene de forma automática. Las empresas proclives a la toxicidad laboral se caracterizan por tener una estructura de tipo rígido y burocratizado con gran sobrecarga de trabajo, por ser poco éticas y utilizar procedimientos irregulares para obtener beneficios o por presentar un alto grado de precariedad laboral de sus empleados.
Los acosadores tiene varios posibles perfiles: son trastornos narcisistas de la personalidad (nula empatia), son trastorno paranoides de la personalidad (miedosos y desconfiados), son psicópatas organizacionales (el fin justifica los medios) o tiene trastorno por mediocricidad inoperante activa (sin criterio propio, seguirá siempre la moda, sin creatividad, hiperburócrata activo e inoperante porqué no produce). Yo añadiría el trastorno hijoputatico de la personalidad de sobra conocido por todos.
Ahora bien la víctima puede salir del mobbing, con ayuda. Cuanto antes, mejor. El hostigador no saldrá jamás de su envidia y mediocridad. Aquí y ahora no olviden ni estamos en derrota y mucho menos en doma.