Que no se me alarme nadie, que no me refiero a políticos españoles, aunque sin duda si buscamos un poco, también los hay de buenos y sobre todo eficaces. Me refiero a nuestro País vecino, Francia en el cual entregará en vigor este año, una ley aprobada por unanimidad en el Senado (ya ven también, que en algunos países el Senado sirve para algo) para prohibir a los supermercados tirar la comida a la basura.
Bajo pena de 75.000€ de multa o dos años de carcel, quedará sancionada tal acción. Hay estudios que dicen que sólo en Francia se tiran a la basura 7 millones de tonelada de comida, de los cuales el 67% pertenencen a particulares y el resto a restaurantes y supermercados. También dice el estudio que en el Mundo entre el 30 al 50% de los alimentos producidos nunca se llegaran a consumir.
Puedo pensar en muchas cosas, algunas muy desalentadoras como, en que Mundo vivimos que hay que llegar a penar con multas y carcel para que las empresas sean solidarias con la comida o como pueden esperar el resto de países a legislar ya en esta dirección, que se tienen que pensar, o a quien no quieren incomodar. En el apartado positivo, pues lo dicho, todavía hay países en donde los políticos piensan, tabajan y deciden cosas con sentido común y que afectan a los más necesitados.
En estos días en los que oigo hablar tanto, de regeneración, progreso, prudencia, futuro, bla, bla, bla, hecho a faltar el alejamiento de la clase política de los problemas reales, que sigue siendo bastante grande. En las elecciones pasadas, han vuelto a salir sempiternos diputados, otros con que han entrado sin haber pegado un palo al agua en su vida, y ideólogos con patas. Pero donde están los que de verdad son capaces de hacer cosas de este calibre, como no se habían dado cuenta antes, si les pagamos para que piensen en ello.
De todas maneras, para que no me digan lo fácil que es criticar y no aportar ideas, les cedo alguna como estas: que lleguen a un pacto con las Grandes Superficies, para que no tiren los juguetes que no venden después de la campaña de Navidad, o que eviten que los agricultores tiren su cosecha cada vez que les hacen la cama con los precios y la última, acaben ya con la impunidad de las grandes compañías en el negociete de pactar los precios en muchísimos productos para que no tengan que bajar los precios y sus magenes, vamos que hagan respetar la Ley de la Competencia.
Pero hoy, como de bien nacidos es ser agradecidos, digo y esta vez por un motivo no tristre, como hace unos meses, JE SUIS FRANCE.