Hace un tiempo que dejé de escribir de lo que se ha venido llamando “el procés” por motivos esencialmente personales y de higiene mental; estaba saturado del tema, tenía una postura demasiado clara como para variarla en tertulias de café en las que a veces se me daban sesudos argumentos y en otras se me argumentaba con auténticas estupideces. La matraca pudo conmigo y me alejé lo que pude de ella. Eso no quiere decir que no respete lo que piensan, simplemente digo que suelen ser monotemáticos.
Pero, claro, mi columna se publica los martes y cualquiera obvia o se resiste a opinar sobre el tema, es casi una obligación. Lo primero que les digo es que sólo he leído el fallo de la Sentencia, y con ello probablemente ya he hecho más de los que opinan a diestro y siniestro, no me ha dado tiempo para más.
Por razones profesionales, veintiocho años ya, entiendo el idioma en el que está escrita la Sentencia, pues por ejemplo la expresión “concurso medial de un delito de sedición con uno de malversación” (esa es la condena del Sr. Junqueras) la mayoría de los ciudadanos no entenderán de que se les está hablando. Normal.
Que quiero decir con eso, que la mayoría de los opinadores, voceras, gente honorable y gentuza qué opina sobre la Sentencia pienso que no se la han leído, ni en diagonal que se dice, y en segundo lugar es mayoría de opinadores, voceras, gente honorable y gentuza, no están capacitados para entenderla, lo cual no quiere decir que no puedan hacerlo pues disfrutan de libertad de expresión.
Una Sentencia es una resolución de carácter técnico dirigido a técnicos que empieza con un encabezamiento, le sigue los antecedentes de hechos, los fundamentos de derecho y después el fallo que es lo que se aplica o ejecuta. Forma un todo y es deseable que las consecuencias (fallo) sean un resultado lógico de aplicar a unos hechos unos artículos del Código Penal. Aunque de todo hay en la viña del Señor.
La opinión que puede tener la gente “normal” sobre la Sentencia surge desde los higadillos o el corazón, pero no desde el raciocinio. Los unos y los otros. Pues simplemente no la han leído.
Hay gente que opina que es un gravísimo error haber absuelto a los acusados del delito de rebelión pero no dan un solo argumento jurídico solvente que sostenga tal opinión, así como los que defienden que no procedía a condena por sedición así como ocurrencia, sin ningún motivo que lo desvirtúe.
Una vez más este país se muestra inculto, cainita y charlatán, se habla de lo que no se sabe y se hace “ex cátedra”. Deberíamos empezar a creernos aquello de la separación de poderes. Es como si a partir de ahora todos opinásemos sobre los cálculos de estructuras de los pilares de los puentes, ¿Absurdo, no? pues con la Sentencia se está haciendo lo mismo que se haría con un proyecto de un ingeniero. Puro parloteo.
Ante esa Sentencia deberíamos ser capaces de reflexionar y hacer autocrítica de porque se ha llegado donde nos encontramos, escuchar la opinión de los que saben y pueden interpretarla de forma correcta. Buscar todos el interés general y ser conscientes, los unos y los otros, del fracaso que somos como sociedad. Espero que Santa Teresa de Jesús, (que se celebra hoy) Doctora de la Iglesia, nos ilumine a resolver pacíficamente este conflicto y nos guie por la senda correcta. Que pasen un buen día.