Alemania considera que el brote epidémico del Covid-19 se halla ya bajo control en el país. Así lo ha manifestado el ministro de Sanidad, Jens Spahn, después de valorar los resultados obtenidos a partir de las medidas excepcionales que el Gobierno federal y los 'landers' han ido aplicando en el transcurso de las últimas cuatro semanas para detener el foco de expansión de la epidemia.
El ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, considera que el país germano ha logrado ya controlar el brote del coronavirus después de las medidas restrictivas que el Gobierno federal y los ‘landers’ territoriales acordaron hace cuatro semanas.
Segons Spahn, el éxito de estas actuaciones permite asegurar que la situación a día de hoy de las infecciones en Alemania es que los contagios se desarrollan en una evolución lineal, habiendo remitido la curva ascendente de un mes atrás.
El ministro ha destacado la aportación de los médicos y del resto del personal sanitario en el control de la epidemia y ha destacado que gracias a la efectiva planificación de los recursos asistenciales ni los hospitales ni los centros de salud han debido soportar problemas graves de saturación.
EL VALOR DE NUEVOS CONTAGIOS CAE POR DEBAJO DE 1
Las manifestaciones del representante gubernamental han tenido lugar después de que el centro de referencia en el ámbito de virología en Alemania, el Instituto Robert Koch, haya anunciado que el número de nuevos contagios por Covid-19 en el territorio germano causados por una persona infectada ha caído por debajo del valor de 1. Esto supone, según la comunidad científica, que la epidemia está remitiendo y se halla controlada.
A instancias de todo esto, el director del Instituto, Lothar Wieler, ha reconocido que la prioridad en estos momentos ha de ser mantener este valor estable. Aún así, ha admitido que existen casos no conocidos de infecciones. Según ha calculado, dando por aceptado que la incidencia real de la enfermedad sea diez veces superior a los diagnósticos que han podido ser confirmados, el resultado sería de 1,3 millones de personas, un número que, según Wieler, “no es excesivo” en una país que roza los 83 millones de habitantes.