Los recortes en el Hospital Comarcal de Inca que han supuesto el fin de las guardias localizadas han acabado en el juzgado de guardia donde el Sindicato Médico ha entregado hoy una carta de denuncia firmada por medio centenar de facultativos para informar de los riesgos que conlleva dicha supresión.
Los médicos, que se han concentrado a las puertas del hospital comarcal en señal de protesta, aseguran que el centro hospitalario “se está convirtiendo en un ambulatorio” ya que con la supresión de las guardias localizadas cualquier paciente que a partir de las tres de la tarde requiera una intervención quirúrgica de urgencia habrá de ser trasladado a Son Espases, saturando así el hospital de referencia.
Desde el Sindicato Médico, su presidente Isidro Torres insiste en que la supresión de las guardias localizadas “incumple la ley” porque se ha hecho sin el preceptivo informe de la Junta Técnico-Asistencial y explica que el trasladado de pacientes a Son Espases supone además una demora en la asistencia del paciente que podría implicar complicaciones graves en su estado llegando incluso a la muerte.
Por este motivo los facultativos firmantes del escrito presentado en los juzgados quieren que cualquier responsabilidad que se pudiera derivar de la eliminación de las guardias recaiga en el gerente y el director médico del Hospital de Inca y no en los médicos “que están desprotegidos”.
Torres ha insistido en que estos recortes afectarán a la calidad asistencial de los habitantes de la zona, por eso ha hecho un llamamiento a los alcaldes de los pueblos afectados para que conozcan lo que ocurre y presionen al Govern para que se de marcha atrás.
