Federico Sbert era el candidato de Bauzá para sustituir a Carmen Castro al frente de la Consellería de Salut. Lo conoce. Le gusta su perfil. Podía seguir llevando él las riendas porque Sbert no hubiera generado problemas ni discusiones. Sin embargo, el Sindicato Médico hizo valer el arma de la presión en plena negociación para liquidar la huelga anunciada.
Los médicos del SIMEBAL tenían su propio candidato. Tenían la fuerza. Tenian en su mano el momento oportuno para poner su apuesta encima de la mesa: Antoni Mesquida.
Bauzá aceptó. No es un chantaje porque Bauzá sabe que con Mesquida en Salut y con la tramitación de la ley que mantendrá los complementos a los médicos, el colectivo andará más calmado. Tanto es así, que del colectivo médico se ha oído decir en las últimas horas que "con el nombramiento de Mesquida, podemos volver a confiar en la clase política".
Respecto al conflicto ya liquidado con el sector médico, hay que tener presente que la solución no la dio Castro. Mesquida se encuentra el ambiente calmado de nuevo tras una solución (la de la ley que permitirá a los médicos no tener que devolver dinero) que no se negoció con la consellera ibicenca si no directamente con la vicepresidencia económica del Govern.
No ha sido el momento de Sbert, que por ahora seguirá en su dirección general de Salud Pública y Consumo. Sbert hubiera dicho que sí al ofrecimiento de Bauzá.
