Me dice un buen amigo y mejor periodista que si solo son cien o doscientos los que han dormido al raso en la Plaza de España se le está dando mucha cancha informativa a los indignados, sin embargo, pobre del partido que no haga un pensament de cara al futuro inmediato respecto a algunas de las peticiones que proclama este colectivo por muy amorfo que parezca. Es improbable que las concentraciones que se han desencadenado a lo largo y ancho del país tengan un efecto significativo en las elecciones del domingo, al menos en Baleares, que no sea el de acrecentar, y no creo que más allá que de una forma leve, la abstención y el previsible trasvase de votos de la izquierda a la extrema izquierda. Pero puede no ser en absoluto despreciable su efecto en las Generales del año que viene si tal como prometen los acampados la protesta va a seguir manteniéndose después del 22-M. Tenemos un paro del 20% que afecta casi a la mitad de los jóvenes y son ellos los que han levantado la voz por efecto de la frustración de quienes ven que ya se les llama la generación perdida. Tampoco comparto que haya una mano que mece la cuna entre bambalinas y a quienes piensan que Rubalcaba está detrás de todo les diría que precisamente el ministro de Interior y el resto del Gobierno de Zapatero serán los más castigados por este movimiento. ¿O es el perfil de votante del PP el prototipo de los que engrosan las filas de los ‘democracia real’? Alguno habrá, faltaría más, pero por cada uno que deje de votar a las listas del PP ¿cuántos dejarán de votar al PSOE? ¿Quién pierde más? Lo que llama la atención es la respuesta del PSOE a las acampadas en nuestras plazas. Lejos de responsabilizarse del desaguisado, ni a Zapatero ni a Antich les ha dolido en prenda subirse al carro y, sin ningún remordimiento aparente, han pedido abiertamente para si el voto a los descontentos olvidándose de que en buena medida son precisamente ellos el objeto de la ira. Y mientras, basta con echar un simple vistazo a las noticias del día, sigue cayendo en concurso de acreedores otra cadena hotelera, una red de tiendas de electrodomésticos… sin que haya siquiera respuesta del Govern. Un parado sabe por qué está en el paro y también sabe quién es el que ha estado gobernando en Baleares esta legislatura y quién lo ha hecho en España durante estos últimos siete años. A un parado no le engañas.
