De la misma manera que no debemos celebrar que en mayo en Baleares el paro se reduzca con más intensidad que en cualquier otro lugar de España, tampoco debemos llevarnos las manos a la cabeza porque en el mes de octubre las cosas sean exactamente al revés. De los datos de paro que se acaban de conocer, lo verdaderamente grave es que estemos peor que el año pasado en estas fechas, no que hayamos empeorado respecto del verano, cosa que sucederá mientras tengamos una economía estacional.
Pero, el número absoluto de parados en las oficinas de empleo sí que es un síntoma de la profunda crisis que estamos viviendo. Esa es la clara muestra de que estamos y seguimos hundidos, porque todas las demás políticas sólo persiguen devolver a los ciudadanos el derecho a tener un empleo.
Ya verán cómo el PSOE ahora preguntará al PP balear por qué el paro sube con ellos en el gobierno -como si ellos no tuvieran nada que ver- y, peor, verán cómo el PP contesta que ya se empiezan a ver tímidos indicadores de que las cosas están cambiando, de que si miramos cuántos parados con subsidio combinado, cuyas mujeres estén en activo, pero que hayan venido de la Península en los últimos dos meses y medio, hay un ligero incremento que apunta a un cambio de tendencia. Es un misterio cómo los políticos se meten en estos líos, pero verán que estos también harán los mismos juegos malabares, como si el paro dependiera de ellos; como si tuvieran poder para hacer algo, justamente ahora que no tienen ni un euro.