El año pasado, aproximadamente 38 menores de 18 años fallecieron víctimas de ahogamiento. De ellos, el 56% fueron en piscinas privadas y un 10% en piscinas públicas. Otro 10% sucedió en playas, ríos y embalses. Y un 20% en lugares de almacenamiento de agua, como aljibes, lavaderos, etc.
A la vista de esta trágica realidad, la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, junto a las empresas de socorrismo acuático Emergencias7000 y el Grupo segurbaby.com han lanzado la campaña #OjoPequealAgua.
Piscinas, playas, ríos, bañeras son para los niños sinónimo de diversión y así debe seguir siendo, pero la línea que separa la diversión de la tragedia en este caso es muy fina y tiene nombre y apellidos: supervisión adulta permanente.
Si bien es la época estival la que tenemos en mente en este caso de sucesos, no hay que olvidar que durante todo el año se van sucediendo ahogamientos infantiles en distintas circunstancias y es que más del 50% de los fallecimientos infantiles por ahogamiento suceden en piscinas privadas. Tener una piscina es ante todo una responsabilidad: si las piscinas son para el verano, la prevención debe ser para todo el año
Cada año los ahogamientos infantiles ocupan un lugar destacado en el podio de fallecimientos en la infancia, siendo la tercera causa a nivel mundial (OMS) y la segunda en nuestro país. No en vano en los últimos 5 años más de 100 menores han fallecido en España por esta causa, siendo el grupo de riesgo los menores de 5 años.
Con esta campaña se pretende concienciar a la población de la magnitud del problema y creando una cultura preventiva intergeneracional, trasmitiendo soluciones que entiendan los adultos y también los pequeños.
Los organizadores han editado un decálogo de seguridad infantil en piscinas:
- Vigilancia continua.
- Mirar a la piscina mínimo cada 10 segundos y llegar hasta ella en menos de 20 segundos.
- Detectar si el niño puede llegar solo a la piscina en un descuido.
- Incorporar dispositivos de seguridad que impidan que el niño pueda llegar solo a la piscina en un descuido.
- Enseñar a flotar, nadar y a actuar con prevención.
- Disponer de pértiga, salvavidas y teléfono.
- Alejar juguetes y elementos llamativos de la piscina y alrededores cuando no se usen.
- Revisión, mantenimiento y alejamientos de los niños de los drenajes. Conocer su funcionamiento y desconexión.
- Vallas de piscina, cobertores (cumpliendo normas AFNOR) y alarmas de piscina. Desconfiar de flotadores y manguitos.
- Adultos y niños deben conocer conducta PAS, maniobras de reanimación y llamar al 112.
Y también otro en playas:
- No permitas que los niños vayan solos a la playa ni les quites la vista de encima.
- Elegir playas con socorristas y respetar sus indicaciones.
- Si los niños no saben nadar, ponerles chaleco (no flotador ni manguitos).
- No saltar de cabeza desde las rocas. Puede acabar en lesión medular irreversible.
- Los inflables (colchonetas y flotadores) no son seguros.
- Ojo a las comilonas. Los cambios de temperatura bruscos pueden causar hidrocución. Introducirse en el agua despacio.
- Los socorristas no son niñeras ni las torres de vigilancia guarderías. No dejar solos a los niños ni un minuto.
- Confía en el socorrista.
- Si a pesar de todo hay un incidente, avisa al socorrista y/o llama al 112.
- Disfruta de la playa y cuídala.