Zapatero a tus zapatos
Por
Unión de Filólogos y Traductores afectados por el intrusismo
martes 14 de abril de 2015, 17:56h
El tan desagradable término ´intrusismo` se define como "la acción de ejercer actividades
profesionales sin título legal para ello". Dicha acción, tan denostada, se agrava cuando la
educación pública se ve perjudicada por ello. Y peor aún cuando se antepone el interés
personal a la mejora del sistema educativo y la calidad de la enseñanza.
El Eurobarómetro de la Unión Europea afirma que "nuestro país presenta uno de los
resultados más bajos en materia de dominio del inglés, solamente por encima de Hungría". Las
cifras indican que sólo un 22% mayores de edad afirma tener dominio sobre la lengua y un
7% dice tener un nivel avanzado.
Ello merece una reflexión y la búsqueda de soluciones. Una de ellas, por muy descabellado que
les parezca a los sindicatos educativos de las Islas Baleares, pasa por exigir que los docentes
tengan la preparación adecuada.
De muchos es sabido que algunos sindicatos se decantan por el interés de la mayoría, aún
cuando con ello condenen a los estudiantes a la precariedad educativa y a un futuro laboral
incierto. La situación perjudica por un lado a profesionales Universitarios en Lenguas
Extranjeras y, en especial, a nuestras jóvenes generaciones. Y decimos generaciones puesto
que el ejercicio de la docencia sin titulación especializada se lleva repitiendo desde hace
décadas.
Profesores de Historia, Geografía, Filosofía e incluso Dibujo llevan ejerciendo de docentes de
Lenguas Extranjeras desde tiempos inmemoriales sin la titulación universitaria adecuada para
ello. Las consecuencias son evidentes e inmediatas: un sistema educativo ineficaz, profesores
sin preparación, alumnos avocados a la precariedad educativa y laboral, políticos balbuceantes
alardeando de su inglés macarrónico mientras se toman ´a relaxing cup of café con leche`
La realidad sociocultural y laboral de las Baleares, por mucho que quieran vender lo contrario,
pasa por el conocimiento, dominio y uso efectivo de las lenguas extranjeras y en especial de la
lengua de Shakespeare. El sector turismo creó el 31,5% de los puestos de trabajo en Baleares,
por detrás de Canarias, con un 36,8% de los empleos. Ello es fácilmente interpretable. ¡Cuanto
más inglés más trabajo, calidad de vida, estabilidad e ingresos! ¡Cuanto menos inglés, más
paro!
El ejercicio de la responsabilidad, sentido común y priorización de la calidad educativa debe
primar por encima de intereses laborales, de política lingüística y de animadversión hacia el
colectivo de filólogos y traductores de las Islas Baleares.
Paradójicamente, mientras la Conselleria de Educación de las Islas Baleares, con Antoni Vera a
la cabeza, apuesta por el cambio de rumbo en la calidad de la enseñanza de las lenguas
extranjeras, algunos sindicatos políticos y un grupo de afiliados interesados se aferra al
pasado.
Docentes sin titulación, que durante años y de manera extraordinaria, ejercieron de profesores
de lenguas extranjeras se ven ahora con el legítimo derecho de impartir las materias
lingüísticas alegando cuestiones pedagógicas, excelencia educativa, preparación exhaustiva
etc. Eso sí, ¡sin la titulación Universitaria pertinente!
La Unión de Filólogos y Traductores de las Baleares con el apoyo de la sociedad, de casi el
100% de los especialistas en lenguas y de las familias preocupadas por la educación de sus
hijos, ha propuesto una solución que priorice la excelencia educativa y que ofrezca una
solución a aquellos docentes que durante años y, pese a no haber podido licenciarse,
ejercieron de profesores de lenguas extranjeras.
La solución pasa por priorizar a los titulados universitarios en lenguas extranjeras, con su
correspondiente Máster en educación secundaria (CAP), para impartir sus propias materias
lingüísticas por delante de docentes sin la titulación pertinente.
De eso modo la Conselleria solventa la problemática suscitada ante la falta de profesores de
lenguas extranjeras durante el presente curso y garantiza la provisión de plazas. También
garantiza su apuesta por la excelencia educativa que pasa por una formación Universitaria
especializada de calidad y por último basa su decisión en criterios meramente pedagógicos y
de sentido común, compartidos por la UIB.
La Conselleria acierta de pleno en el tema que nos atañe mientras que la mayoría de sindicatos
docentes se equivoca al priorizar intereses sindicalistas y políticos a la propia calidad educativa
y el porvenir de nuestros jóvenes docentes.
Apostemos, pues, por la priorización de los filólogos y traductores en lenguas extranjeras para
impartir materias lingüísticas y dejemos que los historiadores impartan historia, los geógrafos
geografía y los filósofos filosofía.