El Gobierno alemán de Angela Merkel ha ofrecido a España dar empleo a una parte de nuestros jóvenes, a los que tengan buena formación. La misma Merkel a que la Zapatero le quiso explicar cómo tenía que gobernar, ahora nos ofrece llevarse a los mejores de España porque en su país necesitan mano de obra y, además, así nos hace un favor. Esta noticia se suma a varias informaciones que van apareciendo en diversos periódicos que indican que muchos jóvenes han comenzado a emigrar a varios países europeos o latinoamericanos, en busca de un futuro mejor que hoy España no puede dar. ¿Nos damos cuenta de hasta qué nivel nos están humillando, nos están sacando los colores? Un país con el que nos sentamos en los Consejos europeos, sobre el que supuestamente mandábamos cuando España tenía la titularidad de la presidencia de Europa (¿se acuerdan de aquella frase de Pajín, diciendo que durante seis meses el mundo estaría en manos de Obama y Zapatero?), ahora nos ofrece llevarse a los jóvenes. Y, encima, tenemos que estar contentos porque nos reduce el paro, y nos da la salida que nosotros no sabemos dar a nuestra juventud. Pero ¿qué hemos hecho para llegar a una situación que es similar a la de antes de la democracia, cuando había que coger los bártulos y emigrar? ¿Qué nos queda en España si se llevan sólo a los mejores? ¿Para esto hemos gastado un dineral en el sistema educativo, para formar a los técnicos cualificados que salven a Alemania?
