Director: Bryan Singer
Reparto: James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Ian McKellen, Patrick Stewart, Hugh Jackman, Ellen Page, Halle Berry
La nueva entrega de la saga X-Men nos presenta un futuro desolador, al borde de la extinción humana y mutante, a causa de una gran amenaza y que obviaré desvelar para no destripar parte del argumento. Unos ancianos y agotados Profesor X y Magneto, unidos por la desesperación ante tal adversidad, encabezan el pequeño grupo de mutantes que se resiste a desaparecer. Sin embargo, a pesar de sus enormes poderes, son conscientes de que su final es inminente. Una situación desesperada que desemboca en una solución más desesperada e inverosímil si cabe: enviar al mutante Lobezno al pasado, el único con la fortaleza física suficiente para aguantar un viaje en el tiempo, y evitar que unos acontecimientos ocurridos en los años 70 desencadenen el fin de la raza humana y mutante. Lobezno deberá desarrollar una nueva aptitud de la que carece totalmente, la de la paciencia, con el objetivo de volver a unir a los jóvenes Charles Xavier (Profesor X) y Erik (Magneto) e impedir que todo desemboque en el futuro de muerte y destrucción en el que se encuentran.
“Días del futuro pasado” es la quinta parte de una de las sagas más rentables del cine actual. Amparada por un consistente guión, un reconocido elenco de actores, la presentación de nuevos y atractivos personajes así como la recuperación de otros de anteriores entregas y bajo la experimentada batuta del director Bryan Singer, la película consigue contentar a los fans de la saga y a amantes del cine de acción en general. Sin ser absolutamente imprescindible, recomiendo ver al menos la cuarta parte de la franquicia (y primera de esta segunda trilogía), “X-Men: primera generación” (2011), ya que narra los orígenes de los dos líderes mutantes, Charles Xavier y Erik, lo cual nos ayudará a no perdernos en este viaje al pasado para salvar el futuro.
Esta entrega no está exenta de sus tradicionales golpes de humor, de guiños a otras partes de la saga y de un despliegue espectacular de efectos digitales. Especial mención merece una de las escenas que protagoniza el rescate del joven Magneto, interpretado por un siempre magnífico Michael Fassbender. Es de lo más cómico y espectacular que recuerdo haber visto en una película de estas características en mucho tiempo y donde el protagonismo lo acapara en su totalidad uno de los nuevos mutantes: Quicksilver, o Mercurio para el público latino, cuya mutación le permite moverse y pensar a la velocidad del sonido.
Conocedores de que el mismo Singer prepara para 2016 la tercera parte de esta segunda trilogía, agradecerán saber los espectadores que el director cierra perfectamente esta segunda parte, por lo que no se producen los “argumentus interruptus” a los que, por ejemplo, Peter Jackson sí nos sometía en su trilogía de “El Señor de los Anillos”. Todo un detalle.
PUNTUACIÓN: 7
Ángel Mirallas
@Ahemir