Vuelve la paz al Teatre Principal y a 'La Traviata'

Tras constatar la veracidad de las denuncias de comportamiento inadecuado, en forma de trato vejatorio, insultos y gritos a solistas, miembros del coro, bailarines e incluso a la directora musical, Lucía Marín, en los ensayos de la opera ‘La Traviata’ según la producción del Teatro Nacional de Croacia, por parte del director de escena y diseño Hugo de Ana, de las que se hizo eco en exclusiva mallorcadiario.com, la dirección del Teatre Principal tomó la decisión de rescindir su contrato a fin de “favorecer la convivencia y un buen ambiente de trabajo”. Tan expeditiva medida ha sido acordada en aplicación del protocolo de riesgos psicosociales del Teatre Principal, en vigor desde el año 2010.

Hugo de Ana es un reconocido y laureado director de escena que ha representado infinidad de producciones operísticas en todo el mundo, con gran éxito de crítica y público. Sin embargo, no es la primera vez que se oyen críticas a su peculiar método de dirección, rayano en el despotismo y capaz de vejar y humillar a los miembros del equipo artístico a sus órdenes. En las redes sociales se leen ahora comentarios al respecto, entre ellos el del tenor José Manuel Zapata, quien ha manifestado en sus redes sociales que “este modo de comportarse, a éste y a otros pájaros, se les ha permitido siempre”.

Afortunadamente, el director del Teatre Principal, Josep Ramon Cerdà, actuó tan pronto tuvo conocimiento de los episodios protagonizados por Hugo de Ana. No se mostró tibio o condescendiente, sino que apoyó a los denunciantes, como ellos mismos han relatado a este digital. Tras un primer aviso por correo electrónico que surtió efecto pocos días, el director del Principal opto por apartar al director de escena, consciente de que con esa decisión se ponía en peligro el estreno de ‘La Traviata’ el día 17 de junio y las dos representaciones de los días 19 y 21.

Tras negociar con el mánager de De Ana, se logró la rescisión de su contrato y garantizar que la obra continúe con los ensayos y se pueda estrenar según lo previsto, a través de los colaboradores de De Ana y sin que él firme la puesta en escena, a pesar de que autoriza que se empleen sus materiales.

Así pues, se ha solucionado el problema sin comprometer el estreno de la obra, que lleva meses con todas las localidades vendidas, algo de lo que hay que felicitarse y que a buen seguro, habrá permitido recobrar la serenidad y el sosiego que muchos artistas y participantes en esta producción, habían perdido injustamente.

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