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Vigilancia privada para los inmigrantes en hoteles

jueves 19 de noviembre de 2020, 00:00h

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La custodia de los inmigrantes llegados en patera y alojados en hoteles para realizar la cuarentena será asumida por el Govern mediante la contratación de vigilantes de seguridad privada. De esta manera, los efectivos de Policía y Guardia Civil se verán liberados de una labor que, ante el aumento desorbitado de la llegada de pateras, estaba comprometiendo el normal desarrollo de las tareas de seguridad y control de la delincuencia propias de estos cuerpos.

Baleares está registrando cifras récords en la llegada de pateras, con un centenar de embarcaciones y más de 1.300 migrantes interceptados en lo que va de año. El control de estas personas ha ocupado un número inasumible de efectivos policiales, que se han visto retirados de sus tareas habituales. Durante meses se ha desvestido un santo para vestir otro y todo, en mitad de una crisis nunca antes vista.

Precisamente, la gestión de la pandemia encargada en esta fase a las comunidades autónomas ha empujado al Govern a tomar cartas en el asunto. El precepto legal de no poder retener a un detenido más de 72 horas obligaba a liberar a los migrantes interceptados independientemente de su estado de salud, lo que se podría traducir en un problema de sanitario de primer orden. De ahí, la necesaria concentración en hoteles para facilitar su control y vigilancia y la asunción de todo el operativo por parte de las autonomías.

Ahora, este control recaerá sobre vigilantes privados, lo que libera de la labor a unos cuerpos policiales ya sobrecargados.

La medida, sin embargo, no debe restar importancia al trabajo de control de los migrantes concentrados en los hoteles. Mantenerlos aislados y localizados es fundamental en plena pandemia, evitando fugas como las que se han dado. Episodios como este, en los que se rompe el control sobre el rastro del virus, hacen cuestionar el sistema.

Es por ello que el Govern debe redoblar esfuerzos, ya que las cifras no animan a pensar que vaya a producirse en breve un frenazo en la llegada de pateras. Al contrario, el efecto llamada y la plena incorporación de Baleares a las rutas que utilizan las mafias para trasladar a personas que huyen de sus países, debe poner sobre alerta a quienes tienen la responsabilidad de gestionar esta crisis, sin mermar recursos a servicios como los policiales que -sin necesidad de nuevas circunstancias sobrevenidas- ya sufren de manera habitual una severa limitación de efectivos y materiales.