La ley sobre la eutanasia ha entrado en vigor este miércoles después de que durante 18 meses las autoridades del país hayan trabajado en ella para detallar el buen funcionamiento del plan.
La legislación incluye 68 medidas para garantizar que solo los pacientes elegibles que cumplan con los criterios puedan solicitar el fin voluntario de sus vidas con ayuda médica. Para ello tendrán que superar dos chequeos médicos independientes y en el plazo de 10 días recibirán los medicamentos letales que deberán administrarse ellos mismos, salvo en casos especiales.
El jefe de gobierno de Victoria, Daniel Andrews, ha señalado que se siente orgullosos de haber abordado un tema tan complicado como es la legalización de la eutanasia.
Una de las primeras personas que podrá poner fin a su vida, gracias a esta nueva ley, es Margaret Radmore, una enfermera jubilada de 60 años con cáncer terminal, según ha informado el diario 'Melbourne The Age'.