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Vergonzoso comportamiento del alcalde de Andratx

Por Joan Miquel Perpinyà
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jmperpinyamallorcadiariocom/10/10/25
jueves 04 de noviembre de 2021, 04:00h

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El alcalde de Andratx, Antoni Mir (PSOE), demostró el pasado martes que es un grosero, un maleducado y que, por tanto, es alguien absolutamente deslegitimado para ocupar el sillón de primer edil. Durante la última sesión plenaria del consistorio andritxol increpó a la concejala Ana María Porcel (Unidas Podemos) en términos que no son admisibles bajo ninguna circunstancia y que, naturalmente, han sido recogidas por los medios de comunicación.

“Su intervención da pena”, “mire bien lo que lleva en la botella, si es agua o coñac”, le espetó el alcalde en un tono de superioridad machista innegable con tintes tabernarios. Vamos, que si eso se lo dice un empresario a un trabajador, hablaríamos de maltrato verbal y se armaría la mundial con toda la razón del mundo.

Yo invitaría a todos los vecinos de Andratx y más concretamente a todos los socialistas de Mallorca que vean y escuchen la intervención del alcalde Mir y me digan si no se les cae la cara de vergüenza de pertenecer al mismo partido que este energúmeno, que por ser alcalde se cree con derecho a abroncar a una representante de los ciudadanos en términos humillantes. Incluso una compañera del equipo de gobierno le recriminó: “Toni, t’estàs passant i ets el batle”. Imagínense.

No se puede, sin enorme menoscabo de la coherencia, estar todos los días calificándose de ser un partido feminista y aceptar como si tal cosa que un alcalde tu partido se dirija de esta forma chulesca e irrespetuosa, profundamente machista, a una compañera del consistorio, para vejarla públicamente. Porque lo peor no es lo que Antoni Mir dijese en el pleno, sino el clamoroso silencio que el PSIB-PSOE guarda ante lo que resulta un escándalo y han denunciado otros partidos presentes en el pleno del Ajuntament d’Andratx. ¿Qué opinan del comportamiento del alcalde sus compañeras, la secretaria general del PSIB, Francina Armengol, o la consellera de Igualdad, Mercedes Garrido?

Antoni Mir debe pedir disculpas y dejar su puesto porque quizás con el ganado pueda conducirse de semejante modo, pero no en política y menos en la política municipal, donde se presupone que los alcaldes representan a los políticos más sensatos. En Andratx y en el caso de Antoni Mir, está claro que no es el caso.

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