El Tito Sánchez se hizo con el poder mediante una moción de censura que justificó en la corrupción del PP. El que luego conocimos como ‘Doctor Cum Fraude’ dijo venir a convocar elecciones, pero en cuanto pudo se amarró a su poltrona un año y medio, hasta que juzgó idóneo el momento para revalidar su mandato.
En esa campaña electoral afirmó aquello de que no dormiría tranquilo con Podemos en el Gobierno, y que cuántas veces debía repetir que no pactaría con Bildu. Posteriormente tuvo el cuajo de afirmar, con esa voz engolada que emplea cuando quiere pasar por hombre de Estado —o sea, cuando (sobre)actúa— que el suyo es «un Gobierno comprometido con la ciudadanía, que maneja los recursos de forma ejemplar».
Después se han confirmado las condenas de récord por los ERE y la condena a prisión de todo un presidente nacional del PSOE, José Antonio Griñán, que encima no entra en el trullo porque recibe un trato de favor. Que se lo digan a Zaplana. Pero a Feijóo le parece bien, porque, dice, «el PSOE no es un partido corrupto».
Y en esto llegan el Tito Berni y el caso Mediador, que prometen grandes tardes al respetable. Circula ya una gran variedad de memes acerca de Berni y sus veinte diputeros, con general de la Guardia Civil, putas, cocaína, ‘chochos voladores’ y lo que te rondaré. Unos, confinados, y otros, adictos… al trabajo, que hay que levantar… el país. No se sabe si el señor Feijóo cambiará su opinión acerca del PSOE en vista del panorama; Su Sanchidad seguro que no.
Cabe destacar también a doña Andrea Fernández, distinguida Secretaria de Igualdad del PSOE. El 25 de noviembre de 2020, tal vez mientras defendía la ilegalización de la prostitución, tuvo a bien tuitear lo siguiente: «uno de cada tres hombres en España pagan [sic] por violar a una mujer». Ya vemos que la gramática no es su fuerte —y el Derecho tampoco— pero esto pensamos que es habitual en una ‘Secretaria de Igualdad’, porque a la Ministra del ramo le sucede lo mismo.
Lo interesante es que uno de cada tres son también los diputados varones socialistas sospechosos de haberse beneficiado de esos servicios facilitados por el Tito Berni que a la señora Fernández le parecen equivalentes a violar a una mujer. Es posible que la pobre Secretaria socialista estuviera pidiendo ayuda de forma velada o discreta, y que Cum Fraude la ignorara. Nosotros no pudimos entenderla por falta de información, pero si ésa era su intención, nos solidarizamos con ella. O quizás, simplemente, sus aseveraciones se basaban en la atenta observación de su entorno, como las mujeres (con vagina) podemitas cuando se quejan de los varones (con pene), y como veía que uno de cada tres de sus compañeros socialistos frecuentaban lupanares, extrapolaba dicho comportamiento —razonable aunque equivocadamente— a la generalidad de los españoles.
En fin, que si no bastaba con la alianza de Sánchez con comunistas, separatistas y amigos de terroristas, ahora sabemos que al parecer está apoyado también por puteros y cocainómanos, algo que ya sospechábamos pero que da gusto poder confirmar, como lo de que el virus viene de un laboratorio chino (falta reconocer que el dinero era americano).
Si no bastaba con soltar etarras y violadores; con eliminar o edulcorar los delitos de sedición y malversación; con encerrarnos, arruinarnos y multarnos mediante estados de alarma inconstitucionales; tomar la Fiscalía y el Constitucional colocando a sus ministros; volvernos tarumbas con las leyes del ‘Sí es Sí’, la de ‘Memoria Democrática’, la ‘Ley Trans’ o la del ‘Bienestar Animal’ que prohíbe so pena de prisión matar ratas o serpientes; con endeudarnos hasta las cejas y subirnos los precios hasta las nubes; con conseguir que los españoles dejemos de reproducirnos y sustituirnos por ilegales; si no bastaba con todo esto, ahora llega el Tito Berni y sus ‘cuarenta diputeros’.
¡Y todavía habrá quien diga que la moción de censura no es oportuna, y quien prefiera a Sánchez antes que al profesor Tamames! Pues me apuesto lo que quieran a que Tamames no tarda año y medio en convocar elecciones. Y si aún desconfían, lean su libro “Hernán Cortés, gigante de la historia”, publicado en 2020 y que esperaba pacientemente su turno en mi librería. Con prólogo de Josep Borell, por cierto. Si hasta este venerable profesor se lo dice, hágale caso y váyase, Tito Sánchez.