Francia Bégin, asesora de nutrición de Unicef, ha defendido la importancia que supone la lactancia materna por los beneficios que aporta a la salud de los bebés, hasta el punto de calificarla como la primera vacuna infantil.
Unicef recuerda que el calostro, la primera leche que se produce tras el parto, es rica en anticuerpos y elementos nutritivos que producen las madres en las 24 horas posteriores al alumbramiento.
El calostro previene de infecciones y enfermedades, por lo que resulta vital para la organización que pueda suministrarse a los recién nacidos ya que se trata del momento más crítico en la vida de un bebé.
Unicef recuerda que la mitad de las muertes en niños menores de cincos años son recién nacidos.
Bégin ha explicado que, gracias al consumo de leche materna durante los seis primeros meses de vida, más de 800.000 niños de todo el mundo podrían salvarse cada año.