Tanto el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) como la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) han pedido que no se impongan test sistemáticos ni cuarentenas obligatorias a los viajeros que se desplacen entre los estados miembros de la Unión Europea. Ambos organismos insisten en que el riesgo a contagiarse de Covid debe combatirse sobre todo con las medidas de protección aplicadas en cada uno de los países, por lo que reclaman no relajarlas.
La llamada se produce en pleno debate sobre cómo acometer la movilidad de cara a las próximas festividades navideñas y a pocos meses de la posibilidad de iniciar una temporada turística con cierta actividad. El planteamiento de los citados organismos recuerda, por ejemplo, que el riesgo de contagio entre los pasajeros de un avión es mucho menor que entre la población general y que los casos importados representan "un número ínfimo" en el total de contagios registrados en cada país europeo, por lo que es "poco probable" que contribuyan a aumentar significativamente los índices de contagio generales.
Según estos datos, el criterio de ambas entidades tiene sentido, aunque no queda exento de provocar confusión, una vez que muchos países ya optaron hace meses por la aplicación de cuarentenas o restricciones a la movilidad de pasajeros procedentes de determinadas zonas.
La recomendaciones recogidas en el documento -que no es vinculante, pero que cuenta con el respaldo de la Comisión Europea- inciden en apostar por medidas de contención dentro de los países, en línea con lo que ya se está haciendo desde el inicio de la segunda ola de coronavirus. También apunta la necesidad de ofrecer a los turistas información clara y precisa sobre la situación sanitaria en los destinos a los que se dirijan, ayudando así a normalizar la situación.
Los test masivos y las cuarentenas, sin embargo, encajan cada vez menos en un escenario epidemilógico que sacude de forma no muy diferente al conjunto de países europeos.