Una tragedia marítima que debe ser esclarecida

El luctuoso accidente marítimo acaecido el pasado viernes noche en Cala Bona (Son Servera), donde un joven mallorquín perdió la vida tras ser arrollada la embarcación en la que pescaba con dos familiares, por un yate de gran tamaño que navegaba a alta velocidad, ha dejado una profunda herida en la comarca y en la isla entera.

Este suceso, más allá del dolor inmediato que ha causado dadas las circunstancias apreciadas desde el primer momento, como la juventud de la víctima y el hecho nada habitual en la mar, de que la embarcación de mayor tamaño no se detuviera a prestar auxilio, ha generado gran indignación. La conmoción es comprensible. Un día de pesca apacible y agradable, se convirtió en una pesadilla para una familia entera y por extensión, para la localidad de Cala Bona.

Según los testigos, la velocidad a la que, según todos los indicios, navegaba el yate, de mucho mayor eslora que la pequeña barca en la que estaba la víctima y que fue abordada de forma brutal y con gran violencia, es un factor determinante que deberá ser aclarado.

Se necesitan respuestas para que la Justicia pueda hacer su trabajo y depurar responsabilidades, en su caso

Es imperativo que la Guardia Civil, encargada de la investigación, esclarezca cuanto antes los detalles de este trágico accidente. Se necesitan respuestas para que la Justicia pueda hacer su trabajo y depurar responsabilidades, en su caso. Es necesario determinar si hubo negligencia por parte del capitán del yate y si se respetaron las normas de navegación que podrían haber evitado este fatal desenlace. Un incidente como el que nos ocupa, con consecuencias fatales y donde concurren circunstancias excepcionales, debe ser aclarado por completo.

Los incidentes marítimos en todo el litoral de Mallorca son habituales durante la temporada estival. Y en los últimos tiempos, se han multiplicado tanto en número como en gravedad. Las autoridades deben analizar si es necesario implementar medidas más estrictas o campañas de concienciación, teniendo en cuenta que, además, hay turistas que alquilan embarcaciones sin que se les exija titulación alguna.

El dolor por la pérdida de este joven es inmenso, y el mejor homenaje que se le puede rendir es asegurar que hechos como este no se repitan.