Muy inoportuna ha sido la concentración convocada este jueves a las puertas del Consell de Mallorca para protestar por la construcción de la autovía Llucmajor-Campos, justo un día después de que falleciera la última víctima de este tramo sin desdoblar. Los manifestantes, convocados por la Plataforma Antiautopistas, reclamaban la paralización del proyecto, acordado por unanimidad de la institución insular, a la vez que pedían que se debatiera en la radio televisión pública, IB3. Consideran incoherentes a los actuales responsables del Consell, de quienes dicen que han traicionado sus planteamientos originales a favor de la protección medioambiental y en contra de la construcción de más carreteras.
El enfado de los antiautopistas hacia el Govern del Canvi es considerable y ya anuncian la petición de dimisiones si no se atiende su demanda de paralizar el proyecto. Miquel Ensenyat, Mercedes Garrido y Jesús Jurado están en su punto de mira, pero la realidad es que sus expectativas de frenar el proyecto son inexistentes. El proyecto de la prolongación de la autovía hasta Campos lleva ya demasiados años pendiente, retrasado precisamente por el revisionismo al que se sometieron, tras el cambio político de 2015, algunos proyectos de importantes infraestructuras. Al final, y no sin poco debate interno, el proyecto de desdoblamiento Llucmajor-Campos fue revisado y puesto en marcha, aunque las obras no han comenzado hasta este verano.
El despegue definitivo de la infraestructura ha provocado, los últimos días, ruidosas expresiones, tanto a favor como en contra. Por una parte, entidades ecologistas y plataformas antiautopistas, y por la otra, vecinos y ayuntamientos hartos de la inseguridad y el peligro que supone una de las carreteras con más índice de siniestralidad de todo Mallorca.
De hecho, sólo este mes se han producido en esta carretera, en menos de una semana, dos accidentes graves que han sumado 7 heridos de consideración, uno de los cuales -un motorista- falleció este miércoles tras permanecer ocho días en estado crítico en la UCI de Son Espases. El ecologismo debe comenzar por la preservacion de la vida humana; entenderlo de otra forma, es una perversión que no se puede permitir. Cabe exigir que el proyecto de la autovía hasta Campos se desarrolle con el menor impacto medioambiental posible, pero reclamar su paralizacion cuando sigue el goteo de víctimas en este tramo es de una gran irresponsabilidad.