El tramo final del año se afronta en una situación pandémica radicalmente distinta a la del 2020. Los aspectos más relevantes que caracterizan la actual situación epidemiológica es la que dibuja un horizonte de control. La tasa de nuevos infectados es baja. Su tendencia hacia el crecimiento es débil y previsiblemente no progresiva. El número de pacientes que precisan ingreso hospitalario es reducido.
El indicador más impactante y más significativo del momento es que el 70 por ciento de los pacientes que ingresan en los hospitales pertenecen al grupo del 5% de los ciudadanos que no se han vacunado.
En este mismo sentido, el comportamiento serológico de la inmunidad individual, hace aconsejable su refuerzo con una nueva dosis de la vacuna. En especial, los mayores y los inmunodeprimidos, que deben aumentar su protección personal y fortalecer su contribución a la inmunidad de grupo.
El sistema sanitario mantiene una situación de control mientras está optimizando y reordenando los recursos y minimizando las situaciones de riesgo. Nuevos e impactantes tratamientos se incorporan al arsenal terapéutico.
Las medidas restrictivas van dando paso a las acciones de autoprotección personal en una atmósfera de autocontrol individual y conciencia ciudadana.
El objetivo más importante pasa por dificultar la transmisión aérea de los virus respiratorios, de todos los virus respiratorios, con aislamientos flexibles e individualizados.
El análisis anterior muestra que la epidemia no ha finalizado. Que la situación es de equilibrio inestable y permite una actividad social, educativa y económica creciente y rehabilitadora.
Ante la improbable erradicación de la COVID-19 en el corto plazo, no nos queda otra que normalizar la presencia del virus entre las infecciones respiratorias e impedir que se produzcan brotes, aquí y en nuestras antípodas.
Dificultar que la recuperación de la movilidad eleve la ratios de contagios y que aumenten las mutaciones y el riesgo de nuevos variantes que drible la inmunidad vacunal es la gran y permanente amenaza. Sin duda.