Terrible suceso en Reino Unido. Un niño de tan solo 13 años ha sido hospitalizado después de emborracharse con vodka. El niño fue encontrado en estado de confusión en la puerta de su casa y al ser trasladado de urgencia al hospital su tasa de alcohol superaba dos veces el límite legal para conducir. Ha sido su propia madre quien ha publicado la instantánea para denunciar el fenómeno del consumo de alcohol por parte de niños.
Chase Owen, según su madre, se intoxicó después de varios días en los que se dedicó a beber con otros chicos para ser aceptado por estos.
Lo encontró en el portal de casa, en muy mal estado. El chico le dijo que estaba cansado y cuando lo ayudó a entrar, comenzó a empeorar rápidamente. Apenas podía hablar y vomitó por lo que la madre llamó a la ambulancia.
Ya en urgencias y le realizaron un análisis de sangre se aclaró el diagnóstico: el nivel de alcohol en sangre de Owen superaba dos veces y media el permitido para ponerse al volante.
Según la madre, su hijo bebía vodka con otros compañeros para integrarse en el grupo. Éstos llevaban el alcohol al instituto en botellas de refresco.
La mujer quiere que la imagen de su hijo hospitalizado y el riesgo de muerte que ha vivido ayude a los padres a entender que la presión del grupo puede ser mortal, así como los efectos del alcohol