Cada año el día 1º de marzo se celebra la Diada de las Islas Baleares. Se trata de una fecha importante para el autogobierno de la Comunidad Autónoma, pues fue en esta misma fecha del año 1983 cuando entró en vigor el Estatuto de Autonomía, y también su última reforma del año 2007.
Este año la efeméride está tristemente marcada por el reciente fallecimiento, el pasado día 22, de Jeroni Albertí, un político clave en la organización de la actual estructura política e institucional de Baleares, que siempre se significó por su carácter dialogante y de consenso, algo que se echa en falta en la política de hoy en día.
Es conveniente aprovechar esta fiesta de carácter autonómico para recordar la rica historia de esta tierra, la diversidad cultural que siempre ha habido en ella, las distintas realidades que supone la existencia de cuatro islas, Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera, con sus propios retos y aspiraciones.
También es oportuno reflexionar sobre lo que significa para nuestro sistema democrático el autogobierno de Baleares que, bajo el paraguas de la Constitución de 1978 y el Estatuto de Autonomía, permite gestionar multitud de importantes competencias desde nuestro propio territorio, con lo que eso significa de proximidad y conocimiento de la realidad sobre el terreno, contando con la participación de todas las fuerzas políticas, agentes sociales y con el conjunto de la sociedad civil.
Para ello, es necesario poner en valor el diálogo y la negociación como elementos determinantes de un sistema democrático donde la ciudadanía no se limite a participar en unas elecciones cada cuatro años. Las autoridades deben ser abiertas y permeables a todas las sensibilidades, gobernando para todos y no sólo para aquellos que les votaron, y evitando caer en el sectarismo y en posiciones radicales que dificultan la convivencia.
Hay multitud de problemas que requieren de la implicación de toda la sociedad para resolverlos con éxito. Y es preciso reclamar a todos, mayor responsabilidad e implicación para lograrlo. Para ello, hay que desterrar ciertos comportamientos irrespetuosos con los rivales políticos que se vienen observando de un tiempo a esta parte en algunas instituciones.
La sociedad es plural y diversa, como demuestra el elenco de personas e instituciones galardonadas con los Premios Ramon Llull y también a la Reina emérita, Doña Sofía de Grecia, que recibió el jueves en un acto solemne en La Llonja de Palma, la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma. Enhorabuena a todos ellos y feliz Diada de las Islas Baleares.