El gran debate de Palma gira en estos momentos sobre si la parte central del Born tiene que estar ocupada por sillas y mesas de los bares laterales o por otra parte debe estar libre de obstáculos para que los paseantes puedan deambular como se hace desde antiguo.
Una ciudad que puede permitirse el lujo de centrar su debate político en esta cuestión es una ciudad sin problemas; la alternativa es que quienes rigen los destinos de la ciudad son unos irresponsables, políticamente hablando. Elijan ustedes.
En cualquier caso me parece exagerado convocar una consulta sobre dicho extremo; ¿Cuando haya cuestiones de mucha mayor enjundia también se someterá a consulta?;¿Se someterá a consulta, por ejemplo, una modificación del Plan General de Ordenación, o incluso los presupuestos municipales? ¿O los ciudadanos no podremos participar en cuestiones trascendentes y solamente en las anecdóticas?
Otra cuestión que no me parece aceptable de la consulta es la limitación del censo a los titulares de la tarjeta ciudadana; el tener tarjeta de ciudadana convierte en ciudadano de primera a quien la tenga, con derecho a votar pero el empadronamiento resulta irrelevante a los efectos de decidir sobre unas sillas en el Born.
El Born, desde hace unos años, gracias al esfuerzo de mucha gente, -entre ellos los comerciantes- se ha convertido en un lugar de referencia internacional, según he venido leyendo, en el que las firmas y marcas más distinguidas deben tener presencia en esos metros de oro. A mi me gusta el Born como está actualmente, especialmente con la decoración navideña que le da una aspecto cálido y romántico muy parisino aunque no tengo claro que la zona central tenga que estar ocupada por terrazas a unos precios nada populares.
Lo que de verdad me preocupa de toda esta polémica artificial que ha abierto el Consistorio es que no quieran decidir, que eludan su responsabilidad. Les elegimos hace escasos seis meses para que nos gestionaran la ciudad, para que decidiesen de acuerdo con las ofertas políticas que nos hicieron. No deben trasladarnos a los ciudadanos sus responsabilidades. Y por cierto, tienen la responsabilidad de gestionar la ciudad en la que mejor se vive del mundo y esa ciudad no puede tener colas como la que se forma a diario en los Capuchinos. Existe mucha gente en Palma que no vive en la mejor ciudad del mundo; solucionen esas colas y prestarán una gran servicio a la Ciudad y déjense de consultas ridículas. Háganlo, llega la Navidad.