La Policía Local de Palma imputa un delito de lesiones a un británico -Maxim B.- que, durante sus vacaciones en Palma, agredió a su pareja.
La pelea tuvo lugar en un hotel en Platja de Palma. El recepcionista llamó a la policía advirtiendo de un gritos y golpes en el interior de una habitación: la puerta estaba medio abierta y había visto cómo un hombre agarraba del cuello a una mujer.
Al llegar, el presunto agresor ya no estaba pero sí la víctima, una mujer de 27 años que presentaba un moratón en el pómulo y sangre por el cuerpo, y una pareja de amigos con los que pasaban las vacaciones. La habitación estaba destrozada: cristales rotos y muebles rotos. Los agentes le preguntaron por lo ocurrido pero ella mostraba una actitud esquiva y se negaba a reconocer que el agresor era su novio. De hecho, fue uno de sus amigos el que tuvo que confirmar este dato y decirles dónde se encontraba el hombre.
Bajaron a la piscina y dieron con él: tenía heridas en las manos y un labio herido.
Los policías decidieron proceder a su detención pero justo en ese momento, la víctima comenzó a negarlo todo asegurando que las heridas se las había realizado ella. No quiso presentar denuncia por malos tratos.