Un granjero holandés instala un tobogán a sus cerdos para que sean más felices. La piara de Erik Stegink ya vivía al aire libre, con espacio de sobra y con una salud bien cuidad pero su dueño les ha colocado una rampa por la que los animales se tiran y se divierten.
A este granjero holandés, la inspiración le llegó en un parque acuático. Los toboganes más anchos de lo normal le hicieron imaginarse a alguno de sus cerdos subido en uno así.
Con la inclinación justa y una rampa de acceso, los cerdos del granjero le han cogido gusto al tobogán.