Según datos oficiales facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT), de las 1.185 denuncias interpuestas en Baleares por la Guardia Civil de Tráfico durante el año 2023 a conductores que dieron positivo en la prueba de drogas realizado con motivo de accidente o control preventivo, 99 de ellas no prosperaron, por no alcanzar el mínimo exigido para sanción tras el correspondiente análisis de las muestras de saliva en el laboratorio.
Se trata del 8,36 por ciento de falsos positivos. Conductores a quienes tras dar positivo, se inmovilizó el vehículo y se notificó una denuncia de 1.000 euros de multa y pérdida de seis puntos del permiso de conducir, atribuyéndoles haber consumido drogas; algo que finalmente, transcurridas entre dos y cuatro semanas, se descartó.
Es, a todas luces, un porcentaje muy elevado de falsos positivos, que exige por parte de la DGT que se adopten medidas al respecto. No puede considerarse un porcentaje de error residual ni anecdótico, sino excesivo y que causa graves perjuicios a quienes se ven involucrados en un asunto tan desagradable.
Especialmente complicada puede llegar a ser la situación que se ocasiona a conductores profesionales, que se ven apartados de su puesto de trabajo sin que más tarde se confirme que había razones legales para ello.
Si bien hay que exigir a la Administración encargada de la vigilancia del tráfico que realice una función preventiva para evitar el consumo de alcohol y drogas por parte de los conductores, a través de la potenciación de los controles selectivos en la carretera, estos deben hacerse a través de pruebas fiables que reduzcan al máximo los errores de detección, ya sea por la ingesta de medicamentos o por cualquier otra causa.
Quizás fuera positivo limitar la práctica de los ‘drogotest’ únicamente a los conductores que se vean implicados en accidentes o a aquellos que muestren síntomas de hallarse bajo la influencia de drogas o sustancias estupefacientes o psicotrópicos.
La DGT debe buscar una solución a este asunto problemático, para no generar graves problemas a conductores inocentes.