Poco faltó el pasado miércoles para que se desencadenase una tragedia en un piso de Palma cuando un individuo armado con un cuchillo y unas tijeras se dirigió hacia su familia estando una patrulla de la Policía Nacional delante, lo que obligó a uno de los agentes a desenfundar el arma ante la posibilidad, real, de tener que disparar al agresor.
Los hechos ocurrieron sobre las 18:30 horas cuando los agentes se dirigieron a un piso ubicado en la barriada de Verge de Lluc de Palma avisados por una dura riña familiar. De hecho, y mientras los policías subían las escaleras, escucharon gritos y golpes que provenían de la vivienda mientras varios vecinos les alertaban: “Va a apuñalar a su adre, la va a matar”.
Ya en la vivienda, los agentes comprobaron que los familiares del agresor, un individuo de 45 años y nacionalidad española, lo retenían en la cocina con la puerta cerrada y que este portaba unas tijeras en una mano y un cuchillo en la otra.
Los agentes pidieron entonces a los familiares que se retiraran a otra estancia del piso mientras ellos intentaban hacerse con el control de la situación pero en esos momentos, el agresor rompió el cristal de la puerta y salió de la cocina.
El agresor, que presentaba cortes en las manos, comenzó entonces a realizar aspavientos con el cuchillo y las tijeras mientras los policías intentaban calmarle pero todo resultó inútil y el agresor continúo en su actitud hostil y se dirigió hacia el comedor, donde se habían refugiado sus familiares.
Fue en ese momento, ante la existencia de un peligro real para la familia, cuando uno de los agentes desenfundó su arma por si se hacía necesario disparar.
El agresor, al ver la actitud del agente, se detuvo sorprendido pero no soltó ni el cuchillo ni las tijeras, momento que aprovechó el otro agente para golpearle en una de las manos y logró así que soltara las tijeras y bajara los dos brazos, circunstancia que fue aprovechada por ambos policías para abalanzarse sobre él y reducirlo.
Tras todo lo ocurrido, se pudo comprobar que es habitual que el agresor amenace a sus familiares y, en concreto, a su madre y cada vez de forma más agresivao.
Según aclararon los agentes, antes de que intervinieran el agresor intentó clavarle las tijeras a un familiar, aunque este pudo esquivar el ataque que acabo estrellado contra una de las paredes donde hizo un agujero.
Entonces intervino un amigo del propio agresor que intentó mediar para calmarle aunque solo logró sufrir una herida de cuchillo en su muslo derecho.
Finalmente, y entre todos los presentes, consiguieron quitarle un cuchillo que portaba pero el hombre se dirigió a la cocina para coger otro, momento en el que los familiares consiguieron retenerle en la cocina con la puerta cerrada hasta la llegada de los policías.
Por todo lo acontecido el agresor fue detenido por un delito de malos tratos con arma blanca, interviniendo los agentes los dos cuchillos y las tijeras que supuestamente esgrimió y que se encontraban en el domicilio.
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