Un plan para Palma en días nublados

Este martes por la mañana ha sido un día inusual de finales de julio. Los nubarrones eran constantes y el cielo ha amenazado lluvia. La consecuencia ha sido la de cada año cuando hace un día atípico e inusual en plena temporada alta y vacacional: los puntos neurálgicos de Palma se han convertido en un formidable atasco de vehículos, sobre todo el Paseo Marítimo.

Está empíricamente demostrado: cuando no hace jornada de playa miles y miles de turistas en coches de alquiler o de ciudadanos en días de asueto se dirigen al centro de la capital. La consecuencia son atascos de tráfico de hasta diez kilómetros en la zona costera y una situación insoportable en las grandes arterias que conducen a las Avenidas desde la periferia.

Ante esta evidencia, sería conveniente que las autoridades competentes, comenzando por Cort, tuviesen preparado un plan alternativo para la temporada alta pensando en los días en que miles y miles de personas eligen el centro de Palma en vez de las playas. Objetivamente es posible saberlo por la sofisticación de las previsiones meteorológicas actuales. Día nublado en verano es sinónimo de atasco descomunal. En consecuencia, una buena planificación evitaría muchos problemas. Multiplicar la presencia de agentes locales y arbitrar medidas técnicas para paliar el problema serviría de mucho.

La temporada alta es fundamental para Palma ypara el conjunto de Mallorca. La máxima previsión, sinónimo también de intenso trabajo para que todo funcione bien, ha de ser un valor añadido muy importante ante el actual grado de desarrollo del fenómeno turístico.  Unos nubarrones o una tormenta no deberían ser el prólogo a la semiparalización del tráfico. Hay que prepararse más para este tipo de eventualidades. Los responsables del buen funcionamiento de Palma han de dar la talla en los días excepcionales. Es así como se demuestra la calidad de un servicio que por fuerza también ha de ser excepcional.