El conductor prosiguió su marcha a gran velocidad y circuló en sentido contrario por la calle Francesc Rosselló Pintor. Al llegar a la calle Joan Miró, ignoró la señal de prohibido y continuó conduciendo en dirección contraria durante unos 400 metros. Finalmente, perdió el control del vehículo y acabó atorado en la zona ajardinada de la calle Federico García Lorca.
Habiendo llegado los agentes hasta su posición, el conductor hizo caso omiso a las indicaciones y, tras bruscos acelerones, logró liberar el vehículo y retomar su huida a una velocidad que los agentes actuantes estimaron entre 150 y 200 km/h en la calle Joan Miró, que tiene una velocidad máxima permitida de 40 km/h. Los agentes no pudieron interceptarlo en su huida.
Realizadas las oportunas comprobaciones, se pudo verificar la titularidad del vehículo y, al consultar con la Policía Nacional, se constató que el conductor tenía numerosos antecedentes policiales, así como una orden de búsqueda y captura emitida por un juzgado.
A través de la fotografía de la ficha policial, los agentes reconocieron al conductor, un español de 21 años, que a su vez era el titular del turismo. Se procedió a instruir un atestado por un presunto delito contra la seguridad vial por conducir de forma temeraria, dando cuenta de los hechos a la autoridad judicial.