Las investigaciones se inició cuando la víctima, una mujer de edad avanzada y problemas de memoria, denunció a la Policía Nacional lo ocurrido. Según explicó en su denuncia, ella acudió a un bar para solicitar ayuda porque tenía que hacer una serie de reparaciones en su domicilio. Así, un cliente entabló una conversación con ella y acabo pidiéndola que le acogiera en su domicilio ya que estaba pasando por un mal momento y no tenía donde dormir, a lo que la mujer aceptó.
Sin embargo, y a los pocos días de estar alojado en casa de la mujer, esta se percató de que se habían realizado diversos cargos en su cuenta con su tarjeta por un importe superior a los 4.000 euros y desconociendo el origen de los mismos.
Una vez bloqueada la tarjeta la mujer se desplazó hasta dependencias policiales para interponer denuncia por los hechos.
Sin embargo, y pasado un tiempo, comprobó que le habían cargado otros 2.900 euros en la cuenta y, una vez más, desconocía el origen del cargo.
Las investigaciones, practicadas por el Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional, permitieron descubrir que el hombre al que ella había auxiliado se apropió de su tarjeta bancaria y en cuestión de pocos días realizó compras sin control alguno por un importe superior a los 7.000 euros (destacando, entre otros, un viaje a Dubái) o gastos en consumiciones en conocidos bares de copas de Palma y a altas horas de la madrugada.
El individuo fue detenido y puesto a disposición judicial.
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