Un decreto ley de vivienda para solucionar el fracaso de la izquierda

El pasado martes el pleno del Parlament de les Illes Balears dio su visto bueno al Decreto Ley de medidas urgentes en materia de Vivienda, aprobado por el Govern de Margalida Prohens el 2 de octubre. Así pues, la norma es plenamente vigente y se tramitará como proyecto de ley, por lo que los distintos grupos políticos podrán presentar enmiendas que mejoren el texto ya en vigor.

La consellera de Vivienda, Territorio y Movilidad, Marta Vidal, defendió la iniciativa que fue convalidada con los votos de PP y Vox. Vidal recordó que el reto de incrementar la oferta de vivienda, tanto para el mercado de compraventa como para el de alquiler, ha de recaer tanto en el sector público como en el privado, pues la Administración no puede por sí sola, resolver un problema de esta magnitud.

La prueba de esto está en el fracaso de las políticas de vivienda que estas islas han padecido durante los últimos ocho años de la mano de los partidos de izquierda, que lo fiaron todo a la construcción de un puñado de promociones de vivienda pública, a todas luces insuficientes, que no solucionaron nada, excepto a aquellos pocos ciudadanos que tuvieron la gran suerte de ser los adjudicatarios de una VPO del Ibavi.

Las medidas ahora aprobadas fueron consensuadas con los colegios profesionales y asociaciones del ámbito de la construcción, pues ellos saben lo que hay que hacer para incrementar el número de viviendas de forma que ese aumento de vivienda, sea capaz de repercutir a la baja en el precio. Y la inmensa mayoría de aquellas entidades valoran positivamente la norma y se muestran convencidos de que tendrá un efecto muy positivo que no tardará en percibirse.

Las críticas al Decreto Ley provienen justamente de los partidos políticos responsables de que la situación haya llegado al nivel crítico en el que está la vivienda en la actualidad. Su fracaso está más que contrastado. Y su sectarismo y sus mentiras los llevan ahora a criticar a un Govern legitimado por las urnas para ejecutar un cambio drástico en la política de vivienda para revertir la calamitosa situación.