El mecenazgo es común en el mundo anglosajón. Rara avis en nuestro entorno. A la tradición se le añaden políticas públicas globales de incentivación económica y de reconocimiento social.
De hecho, por poner un ejemplo, los hospitales americanos tienen murales enteros con los nombres de las personas que se han implicado en su impulso, financiación, construcción y desarrollo a lo largo de toda su historia.
Ciudadanos, que después de cumplir con sus obligaciones, contribuyen, con sus medios, a proyectos de interés general de gran impacto para la salud colectiva.
Esta semana hemos tenido conocimiento del compromiso de Amancio Ortega, a través de su fundación, de aportar 5 millones de euros para la asistencia sanitaria de los Baleares.
Mil millones de las antiguas pesetas destinadas a la renovación, modernización y nuevas acciones para el diagnóstico y tratamiento del cancer. Tecnología sanitaria que contribuirá a la mejora inmediata de los resultados en salud de la comunidad.
Inditex opera en más 41 mercados. Tiene 7.000 tiendas repartidas por los cinco continentes, de Alaska a Australia. Desde Arteixo, compite con las mejores empresas textiles del mundo. Da trabajo a más de 150.000 personas.
Desde ahora, todos los hospitales públicos, se verán agraciados con mejoras técnicas directas gracias a su generosidad. Ojalá cunda el ejemplo.