Un carril bus-VAO sin cámaras de vigilancia de la DGT

Es difícil de comprender la terquedad de la Dirección General de Tráfico (DGT) en mantener el carril bus-VAO de la autopista Ma-19, desde el aeropuerto hasta Palma, ignorando los informes que le ha remitido el Consell de Mallorca, que es el titular de la vía y la institución competente en materia de carreteras. La oposición del organismo que dirige Pere Navarro es de torpedeo al Consell de Mallorca, una actitud que demuestra muy poco respeto institucional.

Pero lo que es más inexplicable es que DGT haga dejación de sus obligaciones en cuanto a la vigilancia del tráfico, al carecer de medios automáticos y cámaras para detectar a los infractores que usan el polémico carril especial sin tener derecho a ello, normalmente sin portar a más de un ocupante.

En la entrevista que este jueves publicó este digital, la jefa provincial de Tráfico, Francisca Ramis, admite que sólo alguna denuncia es relativa al número de personas que viajan en un vehículo por el carril bus-VAO, dada la dificultad que entraña que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico den el alto al vehículo infractor para comprobar si lleva pasajeros y, en el caso que proceda, denunciar al conductor.

Si la DGT defiende a capa y espada la bondad y eficacia del carril bus-VAO, con razonamientos profundamente ideológicos e ignorando los datos de accidentalidad que presenta el Consell de Mallorca, lo lógico es que instale cámaras de vigilancia para denunciar automáticamente a quienes lo usan indebidamente, que como se puede comprobar a simple vista, no son pocos conductores.

Si, además, no hay suficientes efectivos de la Guardia Civil y, como reconoce la jefa provincial, no está previsto que vayan a aumentar a corto plazo, la desidia de la DGT adquiere tintes de negligencia.

La ineficacia del polémico carril queda de manifiesto y es admitida incluso por Francisca Ramis, cuando asume que “falta tiempo de rodaje y mejoras puntuales para que se evidencien todas sus ventajas”. Sólo faltaba encomendarse a lo que el futuro nos depare para no asumir el fracaso de la habilitación de este carril que origina a diario un embudo que colapsa el acceso a Palma desde la autopista de Llucmajor.