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Turismo y medio ambiente

jueves 23 de enero de 2020, 00:00h

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El esfuerzo del sector turístico en materia de medio ambiente -especialmente en el caso de Baleares- queda patente en las numerosas acciones que han puesto en marcha los principales agentes y empresas de este sector desde hace ya unos años. El dato real choca con la idea, extendida recientemente, de que el turismo contribuye en una alta proporción a la degradación del entorno natural, bien sea por las emisiones contaminantes de los aviones, como por la generación de residuos de difícil reciclaje.

Nadie va a negar que los aviones contaminan, pero el excesivo foco que se ha puesto sobre este asunto hace pensar que existe alguna otra razón para generalizar las acusaciones de esta manera. No se ha extendido igual razonamiento con otros sectores que han crecido de forma exponencial en los últimos años, como es el caso de los millones de paquetes -y sus correspondientes envíos- que generan los millones de ventas online que se producen diariamente, a veces desde la otra punta del mundo y con plazos de entregas muy cortos. Su transporte genera igual o mayor contaminación que la derivada del turismo.

No es justo señalar al turismo como lastre para el medio ambiente. Muy al contrario, quienes se dedican a este sector saben de la importancia que tienen las personas, el paisaje y el entorno natural para la sostenibilidad del sistema y el progreso de sus empresas. Esta sensibilidad se advierte estos días en la principal feria de turismo de España, Fitur. Muchos de los participantes dedican tiempo a exponer sus planes medioambientales. Es el caso de Meliá, elegida en 2019 como la principal empresa turística en materia de sostenibilidad ambiental, o Iberostar, que marca tendencia en este aspecto con su proyecto "Ola de cambio".

Son ejemplos notorios surgidos de Mallorca, a los que siguen la mayoría de empresas del sector en la Isla, con proyectos de retirada de plásticos de un solo uso, empleo de productos de kilómetro cero, gestión del agua o planes de mayor integración con el territorio. La industria hace mucho que entendió que ese era el camino. Grandes agentes mundiales que invierten en turismo como el fondo de inversiones Blackstone, han remarcado la decisión de invertir únicamente en empresas que garanticen la sostenibilidad de sus proyectos. La industria -la grande y la pequeña- así lo entienden y sería justo reconocerlo.