El punto y aparte en los comportamientos incívicos en Playa de Palma anunciado el martes por el alcalde de Palma en la ITB de Berlín es una buena noticia para los vecinos y los hoteleros de la zona. Y es que año tras año, y cada vez con más intensidad, sufren la inseguridad y suciedad que generan quienes vienen a hacer en Palma lo que no hacen en sus casas.
Más policías y más multas serán probablemente eficaces. Y es de esperar que Delegación del Gobierno esté a la altura en la reunión que mantendrá con el primer edil de Cort en las próximas semanas y que de ella salga un compromiso conjunto de refuerzo de presencia policial.
Pero dado que resulta difícil que la nueva ordenanza cívica que prepara el Ayuntamiento pueda estar en vigor en la temporada que ya está a la vuelta de la esquina, ya que la generación de normativa tiene sus tiempos, tal vez el trabajo debería centrarse en los próximos meses en los mercados emisores.
Los turistas alemanes, mayoritarios en Playa de Palma, son muy sensibles al concepto de turismo medioambientalmente responsable. Podría, pues, ayudar una campaña que recuerde que un comportamiento responsable no es solo poner el plástico en el contenedor amarillo –que también–, sino permitir que los vecinos de una zona puedan vivir en ella sin suciedad, ruidos o temor a ser agredidos en cualquier momento.
Los cambios llevan su tiempo, pero son posibles, como hemos podido ver en Magaluf. Es ahora tiempo de apostar fuerte por Playa de Palma.