El extrabajador de un banco se apropió indebidamente de la cuenta bancaria de un cliente, quien depositó su confianza en el hombre. Más tarde, el exbanquero se alió con un matrimonio para hacer transferencias de grandes cantidades de dinero desde la cuenta de la víctima a una empresa que tenía la pareja, con el objetivo de acabar apropiándose de ese dinero sin que levantara sospechas. Acabaron apropiándose de casi dos millones de euros. Las tres personas ya han sido detenidas en Palma por un delito de blanqueo de capitales.
Agentes de la Policía Nacional en Palma detuvieron a tres personas como presuntos autores de una organización criminal dedicada al blanqueo de capitales que habría operado desde 2014 hasta 2022, lavando más de un millón y medio de euros mediante un entramado de empresas radicadas en Mallorca.
El primer sospechoso, exempleado de una entidad bancaria, fue detenido el verano pasado como presunto responsable de apropiación indebida, tras descubrir el banco para el que trabajaba que había hecho desaparecer algo más de un millón y medio de euros de las cuentas de un acaudalado cliente extranjero que había depositado su confianza en esta persona, hasta el punto de dejarle manejar sus cuentas.
Al principio, el sospechoso retiraba pequeñas cantidades de dinero en efectivo, aparentemente para su disfrute personal. Sin embargo, de haber seguido operando de esta forma, antes o después habría despertado las alarmas del banco o incluso las de la hacienda pública, si realizaba compras de vehículos o propiedades imposibles de justificar con su nómina. Por este motivo, se alió con un matrimonio afincado en Palma, que tenía una pequeña empresa sin apenas actividad, y comenzaron a inyectar dinero en la misma, como si fuera una inversión que estaba realizando la víctima en esa empresa.
Con el tiempo, llegaron a crear hasta cuatro empresas más, intentando constituir un gimnasio, un negocio de hostelería y hasta un hotel. Todos los proyectos resultaron ser un fiasco, pero naturalmente eso no preocupó a estas tres personas, ya que podían seguir llenando las cuentas de estas empresas con dinero de la víctima sin despertar sospechas y disfrutar del mismo.
Los sospechosos acabaron cesando cualquier intento real de crear empresas viables, dejando de tener empleados y actividad real, y dedicándose solo a usar estas empresas para mover dinero de unas a otras, comprar vehículos fingiendo que eran de trabajo, pero que luego usaban los sospechosos, empleando las tarjetas de esas compañías para pagar todo tipo de gastos de los detenidos, desde compras en supermercados hasta viajes.
El descaro del exempleado de banca llegó al punto de engañar a la víctima para ordenar una transferencia de 200.000 euros desde una cuenta en un banco de su país e incluso usar cuentas de un cliente de la entidad para transferir dinero de la víctima y luego retirarlo, hechos por los que también ha sido imputado.
El informe, elaborado por el Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional en Palma, acredita un estilo de vida completamente alejado de los ingresos reales de estas personas, que han llegado a poseer una pequeña flota de vehículos de alta gama, hasta ocho, entre turismos y motocicletas de alta cilindrada.
Los investigadores han acreditado también que los sospechosos disponían de dos chalets y una finca rural, un plan de pensiones y otros productos de inversión que podrían ser embargados por un Juzgado de Instrucción de Palma, a cuya disposición pasarán en las próximas horas. De igual modo, se podría acordar el cese de actividad de las empresas usadas por los sospechosos y otras medidas cautelares para prevenir la comisión de nuevos delitos.