Tres argelinos detenidos por amenazas de muerte en un bar de Son Gotleu

El arresto de los tres varones, de origen argelino, se produjo el pasado sábado tras recibirse el aviso de un altercado en un establecimiento de la barriada de Son Gotleu.

Este primer aviso se refería a un hombre que estaba amenazando a los trabajadores de un establecimiento con un destornillador en el cuello.

A su llegada, los agentes se entrevistaron con los testigos, que aseguraron que un hombre se había presentado en el establecimiento y les había amenazado de muerte con un destornillador en el cuello para que retiraran la denuncia que habían interpuesto contra un amigo suyo.

Tras una batida por la zona, los agentes identificaron al hombre y lo arrestaron por un delito de amenazas graves y obstrucción a la justicia.

Más tarde, los agentes observaron al trabajador del establecimiento discutiendo con otro hombre. Así, se entrevistaron con él y les aseguró que el otro individuo le había amenazado de muerte. Según afirmó, le dijo que cuando cerrara le cortaría el cuello.

Los policías identificaron al otro hombre. Sin embargo, en ese momento, aprovechó para coger un móvil de sus pertenencias y dárselo a otro hombre.

Preguntado por esta acción, el hombre que lo recibió afirmó que se lo había comprado a un amigo. Sin embargo, este extremo no se pudo corroborar, ya que el móvil presentaba la foto de un niño y no se pudo confirmar su relación parentesco.

Tras consultar las bases de datos, los agentes pudieron comprobar que a este hombre le constaba una búsqueda policial por un delito de allanamiento de morada. Así, fue detenido por una reclamación policial y amenazas graves.

Al mismo tiempo, una persona que se encontraba entre la multitud que había en la vía pública, comenzó a proferir insultos contra el trabajador del establecimiento.

El hombre aseguró que este individuo era la misma persona que el día anterior se había personado en el establecimiento amenazándole. Estos hechos, han explicado los agentes, ya habían sido denunciados y eran precisamente las amenazas que originaron la primera detención.

Al varón que estaba profiriendo insultos contra la víctima, han indicado, le constaba en vigor una orden de alejamiento y comunicación por cualquier medio contra la víctima.

El hombre, incluso, reconoció estos hechos, pero dijo que había acudido al lugar porque le habían llamado unos amigos. De este modo, fue detenido como presunto autor de un quebrantamiento de medida cautelar.

Los agentes han añadido, respecto al último arrestado, que ya había sido detenido el 19 de enero por un delito de daños y quebrantamiento de medida cautelar; el 20 de enero, por un delito de amenazas; y el 21 de enero, de nuevo por un delito de medida cautelar. A los tres detenidos les constan numerosos antecedentes policiales.