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El transporte y la distribución en Baleares, al límite por la falta de conductores profesionales
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El transporte y la distribución en Baleares, al límite por la falta de conductores profesionales

martes 05 de septiembre de 2023, 11:00h

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La falta de conductores profesionales en Baleares empieza a ser preocupante. Las empresas están viviendo una auténtica fuga de personal provocada por las elevadas tasas de los carnets requeridos para ejercer esta profesión. La jubilación de los chóferes es otro de los hándicaps que tienen que afrontar, ya que no encuentran relevos al existir -afirman- una falta de motivación por parte de las nuevas generaciones. Todo ello hace que exista una palpable falta de personal que puede llevar a una situación de colapso del sector de transporte tanto discrecional como de mercancías.

La situación de los conductores en Baleares es alarmante. En Baleares hay contabilizadas aproximadamente 6.500 personas que se dedican al transporte profesional, con una media de edad que supera los 50 años, lo que provoca que en la actualidad más de 400 vehículos, tanto de transporte de mercancías como de viajeros, queden sin actividad cada día sin poder ofrecer servicio, debido a la falta de mano de obra cualificada.

El pasado 20 de junio, una representación de la Federación Balear de Transportes encabezada por su presidente, Rafel Roig, se desplazó a Bruselas para mantener un encuentro con la comisaria europea de Transportes, Adina Valean, con el objetivo de solucionar esta problemática que pone en jaque a todo el sector. Roig señala a mallorcadiario.com que “una de nuestras principales reivindicaciones es que se tendría que rebajar hasta los 16 años la edad de poder conducir un autobús como se hizo con los taxis”. Otra de las problemáticas son las elevadas tasas que existen -un ejemplo claro son los 4.000 euros que cuesta obtener el Certificado de Actitud Profesional (CAP)-; “hay demasiadas trabas para poder sacarse este carnet, una de las causas de la fuga de conductores hacia otras profesiones es la espera hasta los 23 años para poder sacarse este carnet, ya que provoca indecisión entre los jóvenes”, concluye Roig.

Según el presidente de la FBT, una de las razones que ha influido en la falta de conductores es la “eliminación del servicio militar, ya que era una cantera, al ofrecer la posibilidad de sacarse todos los carnets”. Mallorcadiario.com ha consultado a diversos empresarios del sector para que expongan su visión sobre la problemática que existe en un sector que tiene un impacto directo sobre la economía de nuestra comunidad.

TASAS ELEVADAS

La fuga de personal va en aumento año tras año. Jero Ferragut, de Transportes Ferragut, indica que “desde hace 4 años la situación va en aumento y no encontramos personal en nuestro país, normalmente viene del este, de países como Bulgaría, Rumanía, también de Sudamérica”. Una de las principales causas, según su punto de vista, “son los elevados precios que suponen las tasas y las prácticas, a esto hay que añadirle el CAP, que es un trámite que no sirve de nada. Existen demasiados requisitos por parte de la administración”. El personal que viene de la península a hacer la temporada se ve con serios problemas para afrontar el pago, ya que “a todos estos requisitos hay que añadirl el elevado precio de los alquileres, lo que provoca un agravante añadido”.

Transportes Ferragut se dedica a transportar mercancías peligrosas como gasoil, fuel, etc, hecho que supone que haya que poseer “un carnet añadido que hay que renovar cada 5 años, con un examen que si no superas pierdes el puesto de trabajo”. Los consejeros de seguridad, como es el caso de Jero, se tienen que someter a un examen cada 5 años: “Soy consejera de seguridad y si no apruebo el examen, tengo que contratar a otra persona para ejercer esta función, lo que conlleva un sueldo añadido”.

POCA CUALIFICACIÓN

La falta de profesionalidad por parte de las nuevas generaciones es un hecho que incide directamente en las empresas. Pep Ripoll, propietario de Ultrabus, manifiesta que “estamos ante una falta de profesionales capacitados. Me he visto obligado a despedir a tres personas en lo que llevamos de verano, son gente que tiene el carnet pero no tiene predisposición”. La falta de aptitud tiene una repercusión económica en las empresas, “las nuevas generaciones de 30 o 40 años no sienten el compromiso de cuidar un vehículo, no se preocupan de nada, y esto conlleva un sobrecoste añadido que tiene que asumir el empresario”. La estacionalidad una vez más se ve reflejada, ya que la falta de conductores provoca que “tengamos que contratar lo que haya debido al trabajo que tenemos en temporada alta, hemos de trabajar 6 meses para vivir todo el año, lo que acentúa el problema porque no cubres todo el año”.

En cuanto a posibles soluciones para erradicar la falta de profesionalidad, Ripoll propone una “FP especializada en automoción”, para fomentar la preparación de los jóvenes “en vez de tanto carnet como el CAP que solo sirve para sacar el dinero a los nuevos conductores que se quieren incorporar”. Otra solución, quizás más difícil, sería “quitar las pagas y subvenciones que otorga el gobierno, que son muy perjudiciales y provocan una falta de involucración”.

MENOR IMPLICACIÓN

Es un problema que si no se le pone solución, se incrementará con el paso del tiempo. Respecto a los próximos años, Francisca Caldentey, que regenta la empresa Sagales Caldentey, opina que la gente cada vez demanda más comodidades, “el año que viene estaremos con el mismo problema, si no se pone solución", señala a este digital. "El personal, cada vez más, demanda no trabajar los fines de semana en el transporte regular y discrecional. Hay más comodidad”, afirma.

Para paliar esta falta de motivación, Caldentey propone que las personas que quieran sacarse el carnet reciban “ayudas directas” y que también puedan disponer de alguna ventaja como “la permanencia de trabajo en la comunidad”.

COMPETENCIA DESLEAL

Las empresas distribuidoras también sufren esta falta de mano de obra. Si bien no es la misma situación que el conductor de transporte de mercancías o discreccional, existen bastantes paralelismos entre ambos casos.

Los conductores también tienen que pasar por el obligado trámite de sacarse el CAP y abonar sus elevadas tasas. El presidente de la Asociación de Empresas de Distribución de Alimentos, Bebidas y Limpieza de Baleares (ADED), Bartolomé Servera, califica la situación de “muy delicada que va en aumento cada año que pasa”. Una problemática agravada con “las inasumibles tasas que rondan los 5.000 euros” para sacarse un carnet "que no tiene ninguna repercusión en el ejercicio de la profesión", señala. “Un chófer -afirma- tiene que saber conducir bien, no hace falta saber conocimientos de mecánica que nunca va a utilizar”.

Cabe resaltar que, en el caso de las distribuidoras, el conductor suele añadir la función de repartidor, hecho que les otorga mayor relevancia. “Las distribuidoras comercializamos productos de consumo humano, a veces indispensables; nuestros chóferes hacen las funciones asociadas de repartidor, por lo que si no ponemos remedio, llegará un año en el que no podamos seguir adelante”.

En el sector de la distribución, además, se observan casos de fuga de conductores hacia las empresas dependientes de la administración. Este hecho provoca una frustración en el sector, como apunta Servera: “nosotros formamos a nuestro personal y nos encargamos de subvencionar el carnet de conducir, pero luego salen ofertas de empresas públicas y nos absorben el personal que hemos formado”, provocando impotencia ya que “siempre las condiciones que ofrece cualquier empresa pública están por encima de las que ofrecemos desde el sector privado”.

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