El saqueo, a manos de cargos del PSOE, de 679 millones de euros destinados a los parados andaluces se considera el mayor escándalo de corrupción de la democracia española. Probablemente de toda la UE.
El Tribunal Supremo ha dictado sentencia condenatoria que afecta a 15 ex altos cargos; 6 inhabilitados y 9 con penas de prisión.
José Antonio Griñán, ex presidente del PSOE, ex ministro de Sanidad y expresidente de la Junta de Andalucía ha sido condenado con 6 años de cárcel.
Le acompañan la exconsejera Carmen Martínez Aguayo, también ex directora general del INSALUD y José Antonio Viera, exconsejero de Empleo. El ex viceconsejero Jesús María Román. El ex director general de la Agencia Idea, Miguel Ángel Serrano.
Un año más de prisión, siete, ha recaído sobre los exconsejeros Fernández y Vallejo y el ex viceconsejero Barberá. Juan Márquez ha sido condenado a tres años.
Los inhabilitados por los delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos en el iatrocinio andaluz son Manuel Chaves, ex presidente del PSOE, ex ministro de Trabajo, y expresidente de la Junta de Andalucía.
También han sido inhabilitados los exconsejeros Magdalena Álvarez y Gaspar Zarrías. Los acompañan el ex viceconsejero Salgueiro, el ex director general de Presupuestos Antonio Vicente Lozano y el director general de ex Idea, Jacinto Cañete.
Las declaraciones de Pedro Sánchez, actual secretario General del PSOE y presidente del Gobierno en las que exculpa a Chaves y Griñán son alarmantes. Como las de Zapatero. También sorprende la postura del Felipe González ex secretario general PSOE y del Gobierno manifestado que lo volvería nombrar. Miles de cargos, la mayoría del PSOE, les han seguido en su apoyo.
Si las legítimas acciones de la familia de Griñán de pedir el indulto fueran apoyadas por el gobierno del partido cuyos cargos y expresidentes han resultado condenados, representaría un paso más en la degradación institucional.
Un autoindulto vendría a normalizar y asumir el saqueo. Intuíamos que el PSOE pertenece al selecto club de los que afirman que creen en la justicia, pero en realidad, aparentemente solo creen en ella, cuando les es favorable. Al menos, es lo que parece cuando no pocos cuestionan la sentencia.
La amplia relación de cargos de partido que apoyan la instancia extrajudicial de revisión de sentencias en un caso interpretado como de iatrocinio sistémico nos permite interpretar que Griñán y su condena es la de todo el partido que ha llegado a presidir.
Buen finde